El Telégrafo
Ecuador / Martes, 02 de Septiembre de 2025

El pesebre fue inventado por San Francisco de Asís, el santo de la humildad y de la pobreza, en la Navidad de 1223, en la localidad de Greccio, en Italia.

Francisco estaba débil y enfermo, y pensando que tal vez aquella sería su última Navidad en la Tierra, quiso celebrarla de forma especial.

Juan Velita, amigo del santo, era dueño de un bosque y una gruta y se la prestó. Allí, el pobrecillo de Asís implementó un ‘pesebre vivo’.

Dice la tradición que cuando sonaron las campanas del pueblo y la gente acudió al establo, el verdadero Niño Jesús apareció en ese lugar. Francisco murió 3 años después, pero su idea persiste hasta hoy.