“El talento dancístico es innato en el ser humano, pero perfectible con el paso de los años”. Esta es una de las frases más conocidas de Fausto Villagómez, uno de los mejores maestros de danza del país. Nació en Quito, pero ha vivido más de 30 años en Ambato, donde se ha destacado por su incesante impulso al arte y la expresión corporal.

Verónica Chávez, comunicadora ambateña, explica que la fama de Villagómez trasciende al ámbito artístico y cultural. “Esto se debe a que desde que llegó a la ciudad no ha parado de fomentar la importancia de la danza entre niños, jóvenes y adultos, además ha desmitificado este arte que hace 3 décadas era exclusivo para mujeres”, señala Chávez.

Fausto, de 61 años, es experto en artes escénicas, ballet clásico y danza contemporánea.

Ha trabajado en la Universidad Técnica de Ambato, el Conservatorio de Artes de Ambato, la Escuela de Danza de la Prefectura de Tungurahua y varias academias dancísticas.

“Para ser un buen maestro de danza primero se debe destacar en esta disciplina. Es así que Fausto cuenta con amplia experiencia en esta área, ha representado al país en varios encuentros artísticos y ha asistido a cursos y talleres en México, Cuba y otras naciones”, destacó Esteban Ramos, gestor cultural de la Dirección de Desarrollo Humano y Cultura de la prefectura.

Ha sido instructor en la Compañía Nacional de Danza del Ecuador y en el Ballet Nacional del Ecuador, en el que ha recibido varios reconocimientos. (I)