La Intendencia de Policía de Tungurahua realizó un operativo para controlar las condiciones en las que trabajan las fábricas de juegos pirotécnicos de Pelileo.

La acción tuvo el apoyo de personal del Departamento de Inteligencia de la Escuela de Formación de Soldados (Esforse), Policía Nacional y Control de Armas de las Fuerzas Armadas.

 Juan Carabalí, intendente, manifestó que durante el recorrido se decomisaron petardos en 4 locales.

“Ninguna de las fábricas contaba con el permiso de funcionamiento. Personal de Control de Armas notificó con anterioridad a los propietarios sobre la importancia de tener toda la documentación en regla, pero se ha hecho caso omiso”, dijo.

El funcionario señaló además que entre lo incautado se encontraron 7 sacos de tubos de camaretas, 3 de carbón, 1 cartón de mecha artesanal, 20 libras de camaretas preparadas, 20 de insumos de material pirotécnico y 10 docenas de voladores.

Mónica Durán, comisaria, aseguró que en la mayoría de estos establecimientos laboran ciudadanos de escasos recursos.

“Es penoso ver cómo el personal de estos locales, en su mayoría, es gente muy pobre que se ve obligada a trabajar en esto para poder mantener a sus familias”, expresó.

Durán señaló además que de hoy en adelante los controles se harán con más frecuencia en toda la provincia, pues   existen aproximadamente otras 20 fábricas similares.

Época más peligrosa

La importancia de estos operativos cobra mayor importancia en Pelileo, Píllaro y Ambato, debido a que estos son los cantones con mayor número de talleres de camaretas, voladores, sonajeros, petardos y demás material pirotécnico.

“La proximidad de las fiestas como finados, Navidad y Fin de Año incrementa el índice de accidentes con material explosivo. Bomberos, Policía y demás entidades encargadas de controlar esta actividad deben realizar controles más frecuentes”, dijo Roberto Ainaguano, morador del barrio La Joya, de Ambato.

Allí se concentran al menos 5 factorías más donde se elaboran estos productos. En abril de 2014 se registró la explosión de una vivienda donde se procesan desde hace más de 10 años petardos y voladores. El material incautado fue trasladado bajo las condiciones de seguridad debidas por el personal de control de armas de la Esforse y trasladados hasta Riobamba para su  procedimiento respectivo.