La actividad interna y superficial del volcán Tungurahua se mantiene baja desde el martes pasado. Tras 20 días expulsando ceniza, y generando sismos y bramidos, el 23 de marzo la Secretaría de Gestión de Riesgos cambió la alerta naranja por amarilla en zonas de influencia debido al descenso significativo de estos episodios.

Así lo dio a conocer Marcelo Ortiz, técnico del Observatorio del Volcán Tungurahua, ubicado en el caserío Guadalupe de Pelileo. “Existe una baja considerable en la actividad sísmica del volcán en los últimos días. De producirse entre 120 y 150 episodios de largo período (LP) hace dos semanas, en las últimas 24 horas solo han ocurrido entre seis y diez”.

Además el funcionario explicó que las emisiones de columnas grises y demás material piroclástico fueron casi nulas la semana pasada, lo que genera calma en zonas próximas al Tungurahua.

Es el caso de las comunidades San Andrés de Pillate y Cahuají Bajo, pertenecientes a los cantones Pelileo y Penipe, en ese orden. Allí los cultivos de maíz, fréjol, arveja, haba, granadilla y otros recobran su verdor característico después de haber sido afectados por la caída de ceniza.

“La ‘mama’ Tungurahua nos da una tregua antes de la cosecha trimestral de fréjol, uno de los productos más apreciados en la zona. Las recientes lluvias han lavado las plantas, aunque muchas se perdieron a principios de mes”, aseguró Martín Betancourth, habitante de San Andrés de Pillate.

Algo similar ocurre en el vecino poblado de Cahuají, donde se cultiva granadilla. Al igual que el fréjol, la colecta semestral de esta fruta iniciará en menos de siete días.
“Gracias al excelente estado de la vía Cahuají-Pillate-Cotaló, que une a las provincias de Chimborazo con Tungurahua, los compradores de granadilla empezarán a llegar el jueves desde diferentes ciudades de la Costa. En esa región es muy apreciada nuestra fruta”, explicó Carlos Melo, fruticultor de Cahuají Bajo.

En los últimos días una espesa nubosidad mantiene oculto el cráter, quebradas y base del macizo. Sin embargo la vigilancia del coloso se realiza las 24 horas gracias al sistema de ECU911 Ambato y la red de vigías.

Nubosidad en el Cotopaxi

Algo similar ocurre en el volcán Cotopaxi desde hace ya varios meses. Según informa el IG durante las noches y madrugadas el coloso permanece cubierto por una gruesa capa de nubes, lo cual dificulta la visibilidad de la cumbre y costado occidental del macizo, sector que se logra divisar desde Ambato y Latacunga.

Frente a esta situación las cámaras térmicas que el ECU911 de Quito tiene en varios sectores resultan de gran utilidad para vigilar la actividad nocturna en condiciones climáticas adversas.

El IG además informó que la actividad interna del Cotopaxi es moderada. No existen emisiones de ceniza, bramidos ni actividad sísmica considerable. Tras una ligera llovizna, la madrugada de ayer hubo descenso de lodo  por el flanco occidental del volcán. (I)