Para rescatar los sabores ancestrales de Chimborazo, chefs y estudiantes de gastronomía hicieron el ‘jucho’ más grande del mundo.

Esta bebida dulce es muy similar a la colada morada, pero la materia prima que se utiliza es el capulí, una fruta abundante en la región por esta temporada.

En esta ocasión, el delicioso postre fue repartido a los diversos dueños de los centros comerciales aledaños a la celebración y a toda persona que transitaba por el lugar.

La calle Primera Constituyente, entre Rocafuerte y Carabobo fue cerrada por la Policía Nacional, con el propósito de que decenas de personas celebrarán el carnaval con uno de los platos típicos de la provincia: el jucho. Esta preparación tiene más de 400 años de tradición y consta de capulí, durazno, maicena, condimentos dulces y un poco de manzana picada. Estos ingredientes se mezclan en el jugo propio de las frutas.

Alrededor de 20 estudiantes de gastronomía de la escuela Canadian elaboraron ocho ollas de 50 litros cada una para repartir 5.000 vasos con la gente local y los visitantes que arribaron para participar en los Carnavales por la Vida.

Carlos Llumbo, estudiante, señaló que les tomó un día preparar esta delicia ecuatoriana. “Tiene todos los sabores más ricos de las frutas. Chimborazo posee una gran variedad de platos típicos y ancestrales como el jucho y la fanesca, el propósito es que se los disfrute y se los aprecie como nuestros”, dijo.

Adela Moscoso, ‘Mama Shalva del Carnaval’, indicó que esta actividad es una forma de unir al pueblo. “Compartir con amigos y familiares una ocasión como esta debe ser el objetivo del carnaval. Queremos demostrar al mundo lo que posee nuestra provincia en paisajes, lugares y gastronomía, tenemos todo en una provincia”, aseguró.