Ecuador / Martes, 02 Diciembre 2025

Quito se divide por la obra 'Aristócratas': el Arzobispado rechaza su presentación y el Municipio responde

La obra, presentada por el colectivo Up Zurdas, estuvo en cartelera hasta el sábado 29 de noviembre.
Foto: Cortesía
El Arzobispado de Quito cuestionó el uso de la antigua capilla del Museo de la Ciudad para la obra 'Aristócratas, crónica de una marica incómoda'. La Secretaría de Cultura defendió que el espacio está desconsagrado desde 1998.

Quito amaneció en modo debate, de esos que prenden peleas en WhatsApp familiar: ¿hasta dónde puede llegar el arte?, ¿qué espacios deben cuidarse como sagrados?, ¿quién decide qué ofende y qué no?

Esta vez, la chispa vino desde la antigua capilla del Museo de la Ciudad, en el Centro Histórico, donde se presentó 'Aristócratas, crónica de una marica incómoda',  una obra que combina "performance y posporno".  Después de la presentación de la obra, el Arzobispado envió un comunicado rechazando el uso del lugar. Horas después, el Municipio explicó que el sitio dejó de ser un templo religioso en 1998. 

El reclamo del Arzobispado

El arzobispo, Alfredo José Espinoza, aseguró que la presentación de la obra hirió la tradición y la sensibilidad de la comunidad católica capitalina. Señaló que la antigua capilla, parte del desaparecido Hospital San Juan de Dios, conserva imágenes y elementos propios de la religiosidad local.

Sostuvo que el espacio “marca la memoria de la caridad” vivida por siglos, y que usarlo para una obra así resulta improcedente. El texto pidió además que las autoridades garanticen el respeto de los lugares donde se profesó o se profesa la fe católica.

La respuesta

La Secretaría de Cultura y la Fundación Museos de la Ciudad contestaron con su propio comunicado. Recordaron que la capilla se desconsagró hace 27 años y funciona como un espacio cultural desde 1998. Desde entonces, allí se realizan obras, conciertos, teatro y actividades patrimoniales.

La institución lamentó haber afectado las creencias de parte del público, pero insistió en que su trabajo es garantizar que todas las expresiones culturales convivan sin vulnerar derechos. También remarcaron que la cultura “no divide”, y que escucharán a la comunidad para mejorar procesos.

La Fundación Museos de la Ciudad afirmó que su labor institucional consiste en garantizar la coexistencia de distintas expresiones, “sin que ninguna vulnere los derechos de otra”.

El debate que vuelve cada cierto tiempo

Quito vive hace años con estas tensiones entre tradición religiosa y programación cultural. Cada fiesta de la ciudad se convierte en laboratorio de identidad: quiénes somos, qué respetamos, qué incomoda y por qué.

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