El alcalde Mauricio Rodas recorrió ayer los trabajos de construcción de la Vía de Integración de los Valles, más conocida como Ruta Viva.

La arteria servirá como una nueva conexión entre el centro-norte capitalino y el aeropuerto Mariscal Sucre en Tababela. Así, se prevé reducir el tránsito por la avenida Interoceánica en unos 23 mil vehículos diarios, lo que equivale a una disminución del 50% frente a los aproximadamente 50 mil automotores que circulan en cada jornada por el nexo más directo entre Quito y el valle de Tumbaco.

Cuando finalicen los trabajos, la carretera tendrá una extensión de 12,9 kilómetros y se habrá invertido alrededor de $ 200 millones en sus 2 fases. Un tramo de 5,8 kilómetros, correspondiente a la Fase I, fue abierto al tránsito el 3 de diciembre pasado.

Durante el recorrido de ayer, el gerente de la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), Patricio Jaramillo, aseguró que la obra estará terminada en diciembre próximo.

Hasta el momento, la segunda fase del proyecto registra un avance del 47%, según el Alcalde.

Para contar con los fondos necesarios para concluir esta parte, el Concejo Metropolitano aprobó el jueves anterior la contratación de un crédito de más de $ 26 millones con la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Al final de su gestión, el exalcalde Augusto Barrera entregó la obra civil del puente de 214 metros que cruza el río San Pedro, que tenía pendiente la ejecución de procedimientos de acabado, como la colocación de una segunda capa de asfalto.

Entre tanto, avanza la edificación del cruce sobre el río Chiche, una de las partes más difíciles de la vía.

El viaducto, al igual que el que atraviesa el San Pedro, está compuesto por 2 cuerpos independientes de 3 vías cada uno, que se construyen sobre el vacío a más de 100 metros (m) de altura.

El empate de uno de los carriles (unos 50 m) concluiría a mediados de agosto y el del otro (150 m) en octubre o noviembre próximos.