Es el primero en anunciar su candidatura a la Alcaldía de Quito, al igual que en dos ocasiones anteriores, pero ha perdido. ¿No es mal augurio?
No creo que puede considerarse apuro ni tampoco que sea de buena o mala suerte... Si se hace un recuento histórico, se verá que mi presencia política en esta ciudad (Quito) y este país nace desde la centroizquierda, donde  me ubico, me he ubicado y me ubicaré.

Soy socialdemócrata y el Movimiento Vive, lista 61, nace con esa lógica hace 8 años, en los barrios populares, principalmente en el sur de Quito, y logró hace dos años recoger 140.000 firmas de apoyo, para reinscribirse como movimiento, tomando en cuenta que para Pichincha se requerían solamente 27.500 firmas. Una vez que nos reinscribimos, tomamos la decisión -sobre la base de consultas amplias- de  presentarnos para el proceso electoral de 2014 y, en ese escenario, he sido totalmente disciplinado con respecto a la decisión del Movimiento Vive para que yo sea el candidato a alcalde.

Antes lo hizo de la mano de Pachakutik y llegó a ser concejal, luego con RED-ID y esta vez va solo por Movimiento Vive, ¿qué políticos  están detrás de Ricaurte?
Así es. Acordémonos de que el Movimiento Vive nace cuando yo era estudiante universitario, como “Quito Vive”, pero era muy pequeño e incipiente en el sur de Quito, y tomamos la decisión de alcanzar un acuerdo con la izquierda, en  ese momento representada por Pachakutik (PK), que nos permitió llegar a la concejalía, y nunca nos hemos movido de ese espacio, seguimos  en permanente contacto con PK.

¿Ha tenido acercamientos con el presidente Rafael Correa, tal vez, para ser el  candidato de o con Alianza PAIS?
No, porque yo no soy oportunista. Con el Presidente nos hemos encontrado en la calle y  saludamos con total cordialidad. Es mi amigo, lo considero mi amigo y seguirá siendo mi amigo cuando deje de ser Presidente de la República. Correa tiene a Movimiento PAIS y Augusto Barrera será su candidato a Alcalde, nosotros vamos a terciar como candidatos ciudadanos porque la ciudad merece un alcalde. Cuando lleguemos a la Alcaldía tendremos la mejor de las relaciones con el presidente Correa, porque tenemos que  trabajar juntos.

Por meses se han colocado en la ciudad letreros, vallas y publicidad móvil que ha mantenido activa su imagen, vendiendo la idea de que Antonio Ricaurte “ama a Quito”. ¿Cómo se financia?
Sí, lo hacemos desde noviembre del año pasado. Son $ 30 mil utilizados, provenientes de aportes de José Cuesta, presidente del Movimiento Vive; Sergio Garnica, Mario Granda y Pedro Freire, compañeros que están convencidos de esta propuesta... “Yo amo a Quito” era una propuesta para tomar  contacto con las parroquias rurales y recibir sus criterios, quejas y cómo solucionar sus problemas. Pero fíjese que nosotros no nos quejamos de que por otro lado está un alcalde (Augusto Barrera) que gasta  recursos como nunca antes en la historia de esta ciudad, millones de dólares. Nosotros le decimos: siga nomás, que mande indebidamente a la Policía  Metropolitana a sacar nuestra propaganda de los buses o de las casas, porque con chulla mano le vamos a ganar.

La campaña arrancará pronto. Con chulla mano y con $ 30 mil, ¿dónde está la clave y la plata, los financistas de Antonio Ricaurte?
El Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Estado tienen el derecho y la obligación de entregar recursos a los candidatos, y con ello haremos nuestra campaña.

Usted citó algunos nombres que han contribuido con recursos para mantener activa su imagen, ¿quiénes son ellos?
Son militantes y amigos cercanos.

¿Quién es Roberto Domingo Damone?
Roberto Damone es un compañero cercano, amigo, dueño de una empresa aérea; y también muy cercano  al Gobierno Nacional.

¿Él también financia su imagen para la Alcaldía?
No, no, no.

¿Qué cargo desempeña en el Movimiento Vive?
No tiene ningún cargo, más bien es muy cercano a la ministra de Obras Públicas (María de los Ángeles Duarte) y recién lo vi en unas fotos con el Presidente (Rafael Correa) en el Palacio de Carondelet.

¿Fantasean quienes dicen que Damone y otras personas son las que en realidad financian su campaña?
No, no, no. Es una campaña pequeña con recursos y contribuciones que van de $ 2.000 a $ 5.000 máximo... Yo no tengo ni padrinos ni grandes financistas, sino un pueblo que se ha organizado, militancia y amigos que han contribuido con lo poco o mucho que pueden. No tengo la plata de los quiteños para hacer la campaña que Barrera tiene, pero sí tenemos corazón y coraje.