La tercera remodelación de los últimos seis años de la Plaza Indoamérica fue inaugurada anoche en un acto que contó con la presencia de las autoridades municipales, universitarias y estudiantiles.

La plaza tuvo su primera inauguración en 1942   ligada a la Universidad Central, cuando  la Ciudadela Universitaria se concibió como una de las zonas urbanas fundamentales de la ciudad de Quito.

Aquí se distribuye  el tránsito norte-sur de la avenida América y confluye  la actual avenida Alfredo Pérez Guerrero, nombrada así en homenaje a quien fuera rector de la Universidad entre los años 1951 y 1963.

En un inicio, la plaza contenía dos círculos de diferente diámetro que se superponían ligeramente en el centro de ella. Uno era una gran fuente adornada por un grupo de árboles y el otro tenía un anillo sobre el que se apoyaban esculturas como los bustos de los héroes indígenas representativos de los países americanos. Las efigies fueron donadas por las embajadas de varias naciones americanas. Los bustos, 22 en total, tardaron en llegar.
Hace seis años hubo una remodelación y desaparecieron  las dos piletas y se construyó solo una, luego, en  2008, se realizaron trabajos de remodelación y mantenimiento.

Ahora este espacio luce remodelado, con una nueva pileta de 60  metros  que se ubicó al interior en los patios del Teatro Universitario y contiene 48 juegos de luces que alumbran los bustos de los héroes indígenas.

Gloria Acosta tiene su negocio en la calle  Alfredo  Pérez Guerrero y dijo que en seis años ha visto tres remodelaciones al espacio público, pero que en esta ocasión se retiró el atractivo principal que era la pileta, pues ahora es para los estudiantes de  la universidad, ya que se la ubicó  dentro  de su área geográfica, por lo que en las noches queda bajo llave.

En la misma calle hay dos terrenos vacíos, en donde  personas indeseables descansan a plena luz del día, esto hace que la zona sea insegura, por lo que los estudiantes circulan presurosos  y con temor. 

Darío Ramos, alumno de la Facultad de Ingeniería, manifestó que el área  no ofrece las garantías de devolver el espacio publico, sino que, al contrario, con la colocación de las puertas, se está privando a la ciudadanía de disfrutar de los lugares que adornan la ciudad.

“Los fines de semana y en la noche, cuando la gente disfruta de los pequeños lugares hermosos de la ciudad, esto va estar cerrado”, aseveró.

Rubén López, encargado de la seguridad, indicó  que la obra inició en mayo de 2011 y duró ocho meses, pese a que estaba previsto que duraría solo seis.

Con una inversión aproximada de un millón de dólares, el Municipio de Quito, a través del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), inició la rehabilitación integral de la Plaza Indoamérica.

La pileta, que es el atractivo principal, cuenta con  juegos de agua e iluminación y la rehabilitación del ingreso principal a los predios universitarios. Los bustos de los indígenas americanos también están junto a la fuente.

Para Ana María Iza, quien es alumna  en la Facultad de Odontología, la puesta en marcha de estos proyectos debería  enfocarse en programas de seguridad, ya que las luminarias no garantizan que la zona sea más segura para los estudiantes que transitan en las noches.