El anuncio de la empresa brasileña Odebrecht, realizado el 29 de abril a través de un comunicado, de que permanecerá en el consorcio que construye la Fase II del Metro de Quito generó incertidumbre.

El día anterior, el alcalde Mauricio Rodas había anunciado que la salida de la firma era casi un hecho luego de que los cuatro multilaterales que financian la obra aprobaran el procedimiento.

En octubre pasado, la constructora brasileña había pedido formalmente la reconformación del consorcio y la cesión de sus acciones en favor de la española Acciona, que actúa como su contraparte.

Desde entonces, el Cabildo esperaba que los organismos internacionales de crédito involucrados en el proyecto dieran su visto bueno para que Acciona continúe en solitario con los trabajos.

Hasta ayer, la Alcaldía quiteña no reaccionaba oficialmente al anuncio de Odebrecht. Sin embargo, el orden del día de la sesión del Concejo Metropolitano prevista para este jueves tiene como uno de sus temas a este caso.

En el quinto punto está planificado que se conozca “el informe sobre la reconformación del Consorcio Línea 1 Metro de Quito (...)”, por parte de la empresa municipal encargada del tema.

Entre tanto, desde el órgano legislativo local suenan voces que exigen claridad sobre esta situación.

El concejal Carlos Páez (Alianza PAIS) se preguntaba ayer a través de redes sociales si “(Odebrecht) ¿se va o no se va?”.

El edil pedía una aclaración urgente porque “el destino del mayor proyecto de movilidad de Quito no puede estar supeditado al capricho de esta empresa”.

Previamente, Páez preguntaba sobre el destino del préstamo por $ 250 millones ofrecido por el Banco de Desarrollo de Brasil y atado a la participación de Odebrecht en la construcción del sistema de movilidad.

El edil apuntó que si la empresa sale del consorcio y el costo del financiamiento para cubrir los $ 250 millones es más alto, la firma debería compensar al Cabildo. (I)