Gracias a su riqueza animal y vegetal, alimentada por los diferentes pisos climáticos que lo componen, el Bosque Nublado de Quito, ubicado al noroccidente del Distrito, es uno de los mejores lugares del mundo para visitar.   

Así lo aseguró la revista Traveler de National Geographic, la cual incluyó a este bosque, perteneciente a la región del Chocó ecuatoriano, en su lista de 21 lugares que se deben conocer en 2017.

Ubicado en las laderas de las zonas montañosas, su principal característica es su alta humedad y precipitaciones durante todo el año. De ahí que es considerado una importante reserva de agua.  

Según Carlos Morochz, director de investigación de flora y fauna de Mashpi Lodge, el bosque nublado  empieza desde los mil metros sobre el nivel del mar (m s. n. m.) y se extiende hasta los 3 mil m s. n. m.

Esta topografía le permite contar con diversos pisos climáticos con variada fauna y flora. De acuerdo con Verónica Arias, secretaria del Ambiente del Municipio, en el bosque nublado de Quito se pueden observar unos 9 microclimas.

Este bosque nublado es el hogar de unas 540 especies de aves, de las cuales, según Morochz, alrededor de 32 son endémicas, como algunos grupos de tangaras, tucanetes, colibríes, y otras.

Además, alberga especies animales amenazadas como el oso andino de anteojos y otros mamíferos, reptiles, anfibios e insectos.  

El artículo de Traveler destaca la presencia del olinguito, especie descubierta en la zona en 2013, un hallazgo científico que vuelve a suceder después de 35 años en el hemisferio occidental.

En cuanto a vegetación, sobresalen las orquídeas, los helechos y las bromelias. Según Arias, existen cerca de 3.500 tipos de orquídeas.

De acuerdo con la Guía de Ecosistemas del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), este tipo de arboledas cuentan con vegetación arbórea con alturas entre 20 y 25 metros, en su mayoría cubiertos por abundantes epífitas, principalmente musgos.   

Algo característico de ellos es la bruma que lo cubre. Este ambiente se forma por la conjunción de la lluvia de la Costa y el frío de la Sierra. “Se está viviendo realmente entre las nubes”, comenta Morochz.

Esa variedad de ambientes y especies ha permitido que este hábitat sea el destino predilecto para quienes desean realizar un turismo especializado.

Según Arias, suelen llegar personas interesadas específicamente, por ejemplo, en avistamiento de aves, de orquídeas o de insectos.

Caminatas y observación son las principales actividades que se realizan en el bosque. Y no solo se las hace durante el día. En la noche, el bosque nublado es un mundo totalmente diferente, ideal, por ejemplo, para observar ranas.

Para Richard Parsons, propietario de la Reserva Ecológica Bellavista, es fundamental incentivar un turismo de conservación, en el que los viajeros puedan disfrutar del bosque y aprender de él, mientras lo cuidan.  

De ahí que considera primordial realizar ecoturismo bien manejado que permita el desarrollo natural del bosque. Es importante no talar árboles, no contaminar y realizar caminatas bien llevadas que no generen impacto al medio ambiente. “Visitar el bosque es la mejor terapia antiestrés, pues te llena de buenas energías”, refiere Parsons.

Otros destinos mundiales que integran la lista de Traveler son Baja California National Marine Parks (México); Cartagena (Colombia); Central India’s National Parks; Chengdu (China); Finlandia; Georgia, Kauai Hawaii (Estados Unidos); Guadeloupe Islands; Hamburg (Alemania); Madrid (España); Malta; Marrakech (Marruecos); y Moscow (Rusia). (I)