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El Telégrafo
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Elecciones 2017 || Reacciones

Cada elección le pasa factura a grupos políticos

Catedráticos de Flacso hablaron sobre los partidos políticos y la función de estos desde la mirada de Sartori.
Catedráticos de Flacso hablaron sobre los partidos políticos y la función de estos desde la mirada de Sartori.
Foto: Carina Acosta / EL TELÉGRAFO
19 de abril de 2017 - 00:00 - Redacción Política

Las pasadas elecciones dejaron en el imaginario de los ciudadanos la pregunta sobre cuáles podrían ser las razones para que, históricamente, los partidos políticos tengan que extinguirse y otros renazcan.

Algunas de las agrupaciones políticas que se las había considerado como muertas llegaron a ubicarse en ciertos espacios surgiendo nuevamente, tal es el caso de Fuerza Ecuador (que renació después de la extinción del Partido Roldosista Ecuatoriano) o la Izquierda Democrática.

Otros movimientos, por el contrario, han caído al punto de extinguirse como Unidad Popular (exMPD) o Adelante Ecuatoriano Adelante (exPRIAN).

Sobre este fenómeno catedráticos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Simón Pachano, Santiago Basabe y Lorena Paredes, hablaron en ‘el legado de Giovanni Sartori’ (intelectual que trata el tema de la democracia).

Paredes, tomando en cuenta la posición de Sartori, indicó que los partidos políticos tienen un desarrollo vital: nacen, se desarrollan y se extinguen. Todos, sin excepción, pasan por estos estados. Pero que al no ser incluyentes, estos tienden a desaparecer.

Según Simón Pachano se debe tomar en cuenta que un partido político, bajo los términos de Sartori, es cualquier grupo que se presenta a elecciones y que puede colocar, gracias a ellas, a sus candidatos en distintos cargos públicos.

Además hizo énfasis en que se deje de lado las definiciones que, bajo la modernidad, la población emite sobre los partidos políticos. Que los elementos claves a tomar en cuenta es que los partidos no son facciones, no son una parte recortada de algo sino que cada tienda política es una parte de un todo y que la principal misión de estas es ser conductos de expresión y representación.

Sobre el tema de los partidos políticos como parte de un todo, Sartori, en la voz de Pachano, habla que estos son parte de una organicidad funcional alineada con el cumplimiento de objetivos generales, lo que los convierte en parte del todo.

Sobre el tema de ser facciones, también afirma que dentro de los partidos políticos hay una parte que vela para sí misma, es decir, para sus propios intereses, convicciones y necesidades.

Al tratarse esto dentro de los partidos políticos, esta ideología va en contra de los derechos de los otros ciudadanos, es decir que una parte se va en contra de los mismos ciudadanos.

En la práctica, las fuerzas políticas se enfrentan ciertas limitaciones, como  la pulsión por alcanzar el poder, la falta de desprendimiento de los intereses políticos personales, el escaso altruismo que mantienen y comportamientos inescrupulosos. Todo esto citando a Sartori y su obra.

Los partidos políticos también son conductos de expresión, es decir, son instrumentos de representación social que manifiestan las aspiraciones y las exigencias de la población.

Ellos tienen la misión, teóricamente, de comunicar a las autoridades los deseos del pueblo, esto los convierte en una forma de  gobierno responsable que responde a los intereses del pueblo. Así también, la misión de los mismos es comunicar al pueblo los deseos de las mismas autoridades.

Los catedráticos también hablaron del concepto de partidos políticos dentro del ‘sistema Parte-todo’, el mismo que permite entender la fragilidad y precariedad de un sistema de partidos políticos que al final produce su extinción, la misma que es fruto de la pérdida de credibilidad que, con el tiempo estos experimentan.

La credibilidad de los mismos, según Pachano, puede desviarse hacia 2 senderos: uno producido por la amenaza de un partidismo excesivo, que es el resultado de una recaída del faccionalismo, es decir, las partes, los partidos políticos, oprimen al todo, el pueblo.

El otro sendero es el que es amenazado por el monopolio o el unitarismo, es otras palabras, el todo, la ciudadanía que no se siente representada y exige un mayor trabajo, abruma a las partes, en este caso a los partidos.

Además enfatizaron que la función de estos se centra en gestionar el bien común, respetando la diversidad e institucionalizar el disenso y no su represión. También gobernar y servir en aras del todo; legitimar el principio de la mayoría, respetando los derechos de la minoría y considerar siempre a la sociedad por encima de los intereses del Estado. (I)

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