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El Telégrafo
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Las reformas laborales se centran en cinco ejes

El presidente Rafael Correa entregó las reformas al Código Laboral a la presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira. Miles de trabajadores se concentraron en la avenida 9 de Octubre.
El presidente Rafael Correa entregó las reformas al Código Laboral a la presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira. Miles de trabajadores se concentraron en la avenida 9 de Octubre.
15 de noviembre de 2014 - 12:48

El presidente de la República, Rafael Correa, indicó que las reformas al Código del Trabajo -presentadas hoy en un acto masivo en el centro de Guayaquil- han sido divididas en cinco grandes áreas: profundización del derecho a la estabilidad; búsqueda de la equidad; modernización del sistema salarial; la democratización de la representación laboral; y la universalización de la seguridad social.

El Mandatario se dirigió a miles de personas que se concentraron en la avenida Nueve de Octubre, en su mayoría representantes de gremios agrupados en la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). En su discurso recordó la masacre de los trabajadores del 15 de Noviembre de 1922 y subrayó la importancia de impulsar la supremacía del trabajo humano sobre el capital.

Para referirse al primer grupo de reformas, Correa explicó que en el actual código laboral "todavía existen contratos caducos, como aquel denominado de plazo fijo, en el cual el trabajador podía ser despedido después de 2 años, sin que medie indemnización ni razón alguna", señaló el Mandatario.

De allí que, dijo, el proyecto de reformas entregadas a la presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, propone eliminar esta forma precaria de contratación empresarial, además de que se crea el despido nulo para las mujeres en estado de gestación y los dirigentes sindicales.

De esta manera se estipula "la prohibición absoluta de despedir a alguien por esas condiciones", indicó al añadir que se incluye la "obligación de reintegrarlos al trabajo por parte del empleador que comete esa injusticia".

En el caso de despido por discrimen a una persona, en virtud de su orientación sexual o pertenencias a grupos vulnerables como ancianos, indígenas, personas con discapacidad o afrodescendientes, el proyecto propone pagar un año de sueldo adicional a la indemnización existente por despido intempestivo. "No ha habido otro gobierno que proteja más a los grupos vulnerables como lo ha hecho la Revolución Ciudadana", puntualizó.

Sobre el segundo grupo de reformas, el jefe de Estado indicó que pese a que estamos reduciendo la desigualdad, América Latina es aún la región más inequitativa del planeta. "No puede haber un empresario en el Ecuador que pueda dormir tranquilo con riquezas excesivas y pagando el mínimo de sueldo a sus trabajadores", apuntó al subrayar que muchas veces los sueldos exagerados de los empresarios se disfrazan las utilidades que deberían repartir a todos los trabajadores.

De allí que este eje propone establecer límites de brechas salariales dentro de una empresa. Esto significa que los sueldos de los empresarios deberán ser un múltiplo máximo de las remuneraciones del sueldo de sus obreros, es decir que un empresario deberá pagar a su trabajador menos calificado no menos de 20 veces su propio sueldo (el del empleador).

También propone el pago de utilidades a los trabajadores en función de empresas vinculadas de un mismo grupo económico, "para que nunca más malos empresarios pongan a todos los trabajadores en la nómina de una empresa pobre que no genera utilidades y en favor de una empresa rica que no tenga trabajadores, pero sí grandes utilidades", apuntó al indicar que esa práctica existe en la actualidad y es lo que se llama las empresas fantasmas para concentrar utilidades tan solo en manos del dueño de la empresa.

Esta reforma elimina en materia del reparto de utilidades la planificación laboral nociva. De igual manera el retraso en el pago de utilidades implicará el pago con intereses al trabajador, agregó.

El Presidente señaló que Ecuador es el país en América Latina con mayor participación de los trabajadores en las utilidades empresariales (15%). "Desde siempre y hasta 1995 esas utilidades tuvieron límites, ya que después de cierto nivel es muy difícil pensar que aquello siga siendo remuneración al trabajo, a más que se afecta lo público, porque el Estado cobra sus impuestos después del reparto utilidades. En uno de los tantos engaños de la larga y triste noche neoliberal, estos límites fueron eliminados, pero pocos declaraban utilidades", recordó Correa.

Añadió que esta situación ha cambiado radicalmente y "creemos razonable poner nuevamente un límite al monto de esas utilidades, que hemos establecido en 24 salarios básicos unificados anuales". Explicó que lo que genere esta medida (excedente) irá al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para financiar las pensiones jubilares de los trabajadores autónomos y de las amas de casa.

Sobre el tercer eje de reformas, modernización del sistema salarial, indicó que "todavía hay anacronismos". De allí que la propuesta presentada estipula la mensualización voluntaria de los llamados décimos, tanto para el sector público como privado. "El que quiera seguir recibiendo los décimos como hasta ahora lo podrá seguir haciendo, pero el que no, podrá recibir cada mes la parte proporcional y con un adecuado ahorro le permitirá tener rendimientos financieros y en consecuencia mayores ingresos", manifestó.

En el cuarto eje se propone la profunda democratización de las organizaciones de los trabajadores a través de voto universal, libre y secreto, para escoger a sus dirigentes en los respectivos sindicatos, así como poder votar para el comité de empresa sin necesidad de estar afiliado a algún sindicato, "ya que dicho comité representa a todos los trabajadores.

Por último, el quinto eje corresponde a reformas a la Ley de Seguridad Social. Aquí se refirió a las trabajadoras del hogar, cuya aportación a la sociedad es del 15% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

El objetivo de la propuestsa es beneficiar de manera directa a alrededor de un millón y medio de trabajadoras del hogar con su incorporación al sistema de seguridad social, subrayó el Mandatario. "El Estado garantiza este derecho mediante un subsidio de hasta el 90% a la correspondiente cotización, que se hará en función de la situación socioeconómica de cada trabajadora, correspondiendo a la unidad familiar completar la cotización".

Más temprano, en su discurso, Correa criticó el monumento al niño betunero colocado por el Municipio en la calle Panamá. "Aquí estamos para celebrar el derecho al trabajo, pero con dignidad", sostuvo.

Previamente, el ministro de Relaciones Laborales, Carlos Marx Carrasco, dijo que uno de los objetivos de las reformas es una nueva visión de los movimientos sindicales para que sean "contructivos y dialogantes". Explicó que una de las primeras ideas de estas reformas ha sido la creación de la CUT que pueda representar a cada uno de los gremios.

Luego intervino Wilson Vera, representante de los extrabajadores tercerizados, quien recordó el cómo eran tratadas las personas que no tenían un contrato fijo. "Nosotros no sabíamos lo que eran los décimos, vacaciones y afiliación al IESS", apuntó.

Oswaldo Chica, secretario del comité de empresa de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), a nombre de la CUT, acotó que los trabajadores ahora están "de pie para levantar la bandera de la unidad".

Manifestó que la Central Unitaria de Trabajadores es de "puertas abiertas" y va a permitir "avanzar en los proyectos y defender nuestros derechos".

Finalmente indicó su rechazó "al pasado, a los monumentos de niños humildes y betuneros", por lo que propuso que se levanten monumentos a "aquellos que yacen en el río, los olvidados, los trabajadores que lucharon".

 

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