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Especial
"La no prescripción reafirma confianza en la justicia"
En elecciones los niños no votan, solo comen los helados y los churros que venden en los alrededores de los recintos electorales.
Son los que más rápido quieren salir del caluroso ambiente en el que se sufraga, en colegios y universidades, a pesar de que una de las preguntas de esta Consulta Popular es por ellos.
Nelson Quimí carga a su nieta de un año en sus hombros. Le promete un helado para que deje de llorar. Terminó de votar en la consulta popular y lo hizo en plancha, todo ‘Sí’. Le parece que está bien que se le pregunten aspectos constitucionales a la sociedad civil y que no sean solo “los políticos” (aunque elegidos por votación), los que decidan.
En la pregunta 4 decidió votar que Sí porque piensa en sus nietos. Está de acuerdo con que según describe uno de los anexos de la consulta, en el numeral 4 del artículo 46 de la Constitución se agregue que: “Las acciones y las penas por delitos contra la integridad sexual y reproductiva cuyas víctimas sean niñas, niños y adolescentes serán imprescriptibles”.
Tiene seis nietos y dice que los ciudadanos “estamos cansados de tantos abusos. Me parece que ya los violadores no van a estar libres, no habrá prescripción para que ellos anden libres y después de un tiempo regresen al país como si nada. Esto tiene que parar por ellos”.
Tras dar un beso a su nieta va por el helado prometido.
Rodrigo Freire no votó en plancha, pero entre las preguntas en las que decidió votar por el ‘Sí’ está la 4. “Mucha gente deja pasar años de cometer abusos y regresa al país como si nada hubiera pasado”.
Para Reina y Arnaldo, quienes prefirieron omitir su apellido, que se aplique en rigor la ley en este tipo de casos es condicional. “A veces agarran a cualquiera”.
El tío de Reina es uno de los acusados de abusar a menores del colegio réplica Aguirre Abad. Ellos consideran que es inocente, que hay una equivocación, que lo confundieron, pues dicen que solo uno de los menores afectados lo reconoce culpable.
Creen en su inocencia porque “no toma, ni fuma” aunque no lo han visto desde que está privado de libertad.
Para el abogado Hernán Ulloa el ‘Sí’ a esta pregunta es vital para que la ciudadanía tenga confianza en la justicia y no abandone los procesos que se siguen en estos casos.
Según el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), en el país existen 2.512 casos de niños y adolescentes que fueron privados del cuidado de sus familias por violencia intrafamiliar, consumo de alcohol o drogas, incluso por violencia sexual. (I)