Dos bombas panfletarias explotaron minutos antes de las 23:00 del miércoles pasado en los exteriores de los diarios EL TELÉGRAFO y El Universo, ubicados en la avenida Carlos Julio Arosemena y en la Domingo Comín, respectivamente. Los dos en Guayaquil.    

Miembros de la Policía Nacional acudieron a los medios minutos después de los hechos para recoger las evidencias e iniciar las investigaciones. La mañana de ayer, Paúl Ponce, fiscal del Guayas, a cargo de las diligencias, manifestó que una de las primeras acciones fue solicitar los videos de las cámaras que están cerca a las instalaciones de los diarios.   

“Esperamos que antes de las 13:00 ya tengamos las grabaciones para establecer si los artefactos fueron colocados por personas a pie o en carro y si se pueden identificar”, informó el Fiscal. Además recalcó que los eventos se pueden catalogar como terrorismo y en este caso la pena para los responsables puede ser de entre 10 y 13 años de cárcel.

Las estaciones de televisión difundieron al mediodía las imágenes que captó la cámara de la Corporación de Seguridad Ciudadana, manejada por elMunicipio porteño.

La cámara está ubicada justo a la bajada del paso a desnivel que viene de la ciudadela Bellavista, a pocos metros del lugar donde estalló la bomba.

El video muestra un humo blanco saliendo del lugar y los papeles desperdigados por la calle.

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La explosión del artefacto alarmó a los colaboradores que aún estaban en el periódico trabajando en la segunda edición y en el sitio web. La bomba fue colocada cerca de la redacción, junto al estacionamiento, por lo que los primeros que divisaron los papeles regados fueron los periodistas.

Uno de los que estaba en las oficinas del medio público fue Manuel Cabrera, coordinador del Departamento de Infografía. “La explosión fue muy fuerte y nos asustamos, así que salimos a ver qué pasaba”, narró.

Augusto Itúrburu, periodista de la sección Deportes, también se encontraba en la redacción. Él pensó que había explotado un transformador eléctrico, pero jamás imaginó que fuera un atentado directo al medio de comunicación.

Los empleados salieron a recoger varios papeles para tratar de armar el mensaje completo y saber las razones de la agresión al diario público. En el ambiente percibieron un olor a pólvora.

Esto lo corroboró el Ministerio del Interior a través de las redes sociales. “Según investigaciones, bombas panfletarias serían de origen casero y a base de pólvora”, informó la Secretaría de Estado.

Minutos después de la explosión llegaron los miembros de la Policía Nacional, quienes cerraron temporalmente el paso vehicular para recoger los restos de papeles que estaban regados. Después arribaron uniformados del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) para continuar las diligencias.

Al unir los pedazos de papel  dispersos por la explosión se pudo leer  una advertencia que se adjudica un grupo llamado ‘Frente de Liberación Nacional’. El texto está firmado por el ‘Comandante Ramiro’ y alerta de que se trata de un ‘primer comunicado’. En el papel también se critica al gobierno de Rafael Correa.

“La primera salva ha sido enviada, seguiremos fortaleciendo los cuadros con jóvenes que se frustran con el tiempo perdido y quieren luchar por un Ecuador mejor”, se lee en el panfleto que quedó en manos de los uniformados. El mismo mensaje estaba en la bomba que se colocó al pie de El Universo.

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El director de EL TELÉGRAFO, Orlando Pérez, acudió al sitio minutos después de lo ocurrido para verificar lo sucedido. Allí rechazó la agresión, a la cual calificó de intimidatoria. También condenó los comentarios en redes sociales de actores políticos que insinuaron que había sido un autoatentado.

Este es el caso de Salvador Quishpe, prefecto de Zamora Chinchipe, quien respondió casi de forma inmediata “Sigan autoatentándose. No tienen otra forma de tratar de hacer novedad, ya que ese periódico nadie lee”, escribió.

Ante estas declaraciones se generaron reacciones contrarias, que censuraban la violencia sin importar su origen. También se emitieron mensajes de solidaridad con el rotativo.Uno de ellos fue el del vicepresidente Jorge Glas, quien escribió “rechazamos las bombas panfletarias en EL TELÉGRAFO y El Universo. No volverá la violencia a nuestro país”. Ministros de Estado también expresaron su solidaridad con los medios.

Los periodistas del diario público también repudiaron los comentarios negativos y destacaron que la explosión pudo lastimar a los guardias que estaban a pocos metros del lugar. Ellos observaron que un auto salió en precipitada carrera segundos después del estallido.

Vinculación de atentados

Los autores de los atentados del miércoles afirman ser los responsables de la bomba que estalló el pasado 14 de julio en la sede de Alianza PAIS. “Podríamos estar ante el mismo grupo o puede tratarse de un acto distractor. Debe realizarse una investigación técnico-científica”, manifestó.  

Ponce indicó que a la investigación se adjuntarán las publicaciones de los medios de comunicación, ya que según dijo pueden aparecer datos importantes para la indagación que ya está en marcha. (I)