Entrevista / Franklin Columba/ dirigente de la Fenocin

“Correa debe empoderarse otra vez del poder popular”

¿La Federación de Organizaciones Campesinas Indígenas y Negras (Fenocin) está dispuesta a participar en el proceso de diálogo que plantea el Gobierno?

Sin dejar de reconocer las obras que ha ejecutado el actual Gobierno, vemos que no han existido políticas claras para el campo ni  para la construcción de la interculturalidad, todo se ha quedado en el camino. Pero luego de un análisis con las bases y los dirigentes provinciales hemos consensuado aceptar el diálogo nacional, un diálogo directo y permanente con el Ejecutivo para delinear esa hoja de ruta que nos plantea la propia Constitución.  

¿Cuál es el mecanismo de diálogo que proponen? ¿Salir a las calles es una opción?

El mecanismo más efectivo será que el Presidente (Rafael Correa) nos reciba, así como lo hizo con los empresarios, con quienes participó en una mesa de trabajo. Las organizaciones plantean que el diálogo se dé de la misma manera para que los movimientos sociales puedan exponer las debilidades de este proceso, sin desconocer los avances alcanzados. Como seres humanos todos tenemos debilidades, nadie es perfecto, pero creemos necesario que el Presidente se empodere nuevamente del poder popular para seguir apostando por este proyecto político, que no es de ciertos sectores ni de ciertos partidos sino de toda la sociedad.

El Gobierno ha sido claro al señalar que el  diálogo no será para discutir dos proyectos de ley en particular sino para debatir sobre  la desigualdad en el país. ¿Cuál es su propuesta para combatir esa inequidad?

Ciertos sectores solo han tomado como pretexto los proyectos de ley de plusvalía y herencias (que el Ejecutivo decidió retirar de la Asamblea Nacional el lunes pasado). Los grandes capitalistas, los que tienen el poder económico son los que se oponen, mientras que en el campo la gente quiere hablar de redistribución y las propuestas son varias. Por ejemplo, en el tema agrario, hace falta radicalizar el debate. Creemos que la interculturalidad permite alcanzar esa equidad, porque vemos que solo ciertos sectores como los empresarios tienen voz cuando la interculturalidad nos convoca a todos para analizar la diversidad de pensamientos. Estamos de acuerdo con el debate planteado, pero necesitamos discutir cómo queremos abordar esa redistribución, por ejemplo, partiendo de la soberanía alimentaria. La Fenocin está esperando que se concrete ese llamado al diálogo para exponer nuestra agenda programática y discutir con el mismo régimen, pero no nos prestaremos al juego de la derecha con marchas y contramarchas.

¿Y cuál es su lectura sobre las marchas que promueve el sector empresarial y los líderes de la oposición en varias ciudades?

Para nosotros las manifestaciones deben ser coherentes, pero no lo son si se coloca en un mismo saco temas como la ley de aguas o las enmiendas constitucionales cuando el debate debe girar en torno a la redistribución. Si bien el Legislativo ha dado apertura para discutir varios temas y se han concretado leyes importantes, en realidad hacen falta políticas públicas orientadas a los problemas en el territorio, queremos generar empresas en el sector rural y que el Banco Nacional de Fomento no haya mejorado en 8 años fue una traba. (I)

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Entrevista / Carlos Pérez Guartambel/ presidente de la Ecuarunari 

“Vamos a seguir hasta que haya un diálogo sin agenda ”

En el contexto político actual, ¿cuál es la importancia de los diálogos sobre la desigualdad social que impulsa el Gobierno?

Todo diálogo cuando es horizontal es bienvenido. Saludamos que el Ejecutivo se acuerde de dialogar, pero es cierto que dejó pasar mucho tiempo para trabajar en el tema de la redistribución de la riqueza y si se habla del impuesto a las herencias se recaudaría anualmente $ 40 millones, que divididos para 14 millones de ecuatorianos corresponderían $3 por personas ¿Eso es redistribución de la riqueza? Nosotros no nos oponemos por oponer.

¿Cuál es la propuesta entonces de la Ecuarunari?

Es la democratización de la riqueza social, a través de la redistribución del agua, porque el 64% se encuentra en el 1% de propietarios particulares. También la democratización de la tierra, porque el 60% se encuentra en el 4% de propietarios. Nacionalizar el sistema financiero, la telefonía celular, así como la importación de vehículos que se encuentra en manos de una sola familia. Si queremos la redistribución de la riqueza realmente hay que ser radicales. Debe haber un cambio en las relaciones sociales de producción si en este momento se encuentran en manos de las multinacionales petroleras, telefónicas...

Se ha convocado a todos los sectores al diálogo,¿ustedes como Ecuarunari estarían dispuestos a participar?

Entraríamos si se dieran las condiciones de un ambiente y terreno propicio para ello.

¿Qué condiciones necesitan?

Queremos la declaración de la moratoria al extractivismo minero, que haya un compromiso serio para una reforma a la Ley de Tierras, agua, minería y el archivo de los proyectos de herencia y plusvalía, tal cual está concebido.

¿Por qué buscan el archivo de estos 2 proyectos de ley?

Nosotros tenemos muchos hermanos que migraron y lograron adquirir con esfuerzo un patrimonio de $ 300 o $400 mil, y gravar la herencia con un impuesto es injusto. ¿Por qué no gravan con otro impuesto a la renta a los sectores financieros, importadores o exportadores? Además de que la izquierda en cualquier parte del mundo no se endeuda, porque eso genera dependencia y es lo que no queremos.

¿Considera que las marchas son una salida u opción válida?

La salida es la Asamblea Nacional Constituyente, una que vaya a reconstituir el estado plurinacional y para que se dé eso cabe una revocatoria del mandato. El Presidente ha dicho que hagan la revocatoria, pero le pedimos que aplique el 104 (artículo de la Constitución); si él tiene apoyo va a ganar y va a taparnos la boca, sino tendrá que dejar el poder y que se llame a una Asamblea Constitucional que reconstruya el Estado.

¿Cuál es su opinión respecto a las marchas? ¿Son positivas o negativas?

Las marchas son imperativas y necesarias, porque aquí hay concentración en una sola persona. Para frenar eso se necesita resistencia y no se hace de la boca para afuera o con los brazos caídos sino en las calles. Vamos a seguir hasta que haya un diálogo en serio sin imponer agendas. (I)