En el seminario ‘El Giro a la izquierda de los gobiernos locales en América Latina’ que se llevó a cabo en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), el jueves pasado, catedráticos y académicos analizaron los gobiernos locales como espacios políticos importantes. Para Sebastián Mantilla, director ejecutivo del Centro Latinoamericano de Estudios Políticos (Celaep), existe en la actualidad una desnacionalización de la política, particularmente en el caso de Ecuador.

¿Qué es la desnacionalización de la política?

En base a los resultados de las elecciones seccionales, veo que hay un giro en la política nacional. Desde que el presidente Rafael Correa asume el poder en 2007 hasta finales de 2013 se veía un claro afianzamiento del Ejecutivo y una nacionalización de la política. Sin embargo, con los últimos resultados se produce una ruptura de las dinámicas nacionales, donde los procesos políticos van adquiriendo su propia identidad y dinámicas. Eso explica por qué en ciudades como Quito, Cuenca o Ambato ganó otra propuesta, pese a toda la influencia del gobierno.

¿Cuál es la importancia de estos espacios locales?

Estos espacios son interesantes, alternativos, democráticos y tienen sus propias dinámicas. Creo que aunque la gente puede apoyar a nivel nacional a un presidente, a nivel local hace un ejercicio de pensamiento y reflexión distinta. Básicamente la gente vota por mejoras de los servicios públicos y por obras de infraestructura.

A diferencia del nivel nacional donde predomina más el tema ideológico, en el local funcionan más elementos que tienen que ver con las necesidades de la gente. Lo que la gente está buscando en sus alcaldes son respuestas a sus necesidades y problemas, independientemente de que puedan ser de izquierda o de derecha.

¿Qué pasó en las últimas elecciones?

Al menos en las ciudades principales en las que Alianza PAIS (AP) no pudo ganar, se ve un resurgimiento de temas de las identidades, necesidades y problemáticas locales que predominaron con mucha más fuerza que los elementos de carácter nacional. Desde AP se buscaba que eventualmente este proceso también trascendiera desde arriba hacia abajo. Las ciudades serían las bases para sostener un proyecto político y esa era la intención, pero creo que el camino que se utilizó como estrategia no fue el más adecuado y por eso el resultado.

¿Puede funcionar esta relación Municipio-Ejecutivo si el alcalde no tiene la misma línea política que el Presidente?

Eso ya depende de la actitud que tenga tanto el presidente como los alcaldes. Por ejemplo a alcaldes que fueron electos por partidos de derecha no les importa mucho la posibilidad de colaborar con el gobierno. Hay que ver cuál es la posición del Presidente, que también supongo va a querer tener un nivel de apoyo.

En este contexto, ¿cuál es su opinión sobre las reformas que el presidente Correa desea implementar para dar más autonomía a los Gobiernos Autónomos Descentralizados?

Esa decisión podría ser tomada como una retaliación de parte del Presidente ante los resultados de las pasadas elecciones. Sin embargo, creo que hay que tomar en cuenta que buena parte de los gobiernos locales aunque tienen la posibilidad de generar sus propios ingresos a través de tributos, tasas, contribuciones especiales, generalmente nunca han hecho ese esfuerzo y siempre están dependiendo del gobierno central. La reforma obliga a las autoridades locales a autogenerar sus recursos y gestionar de forma independiente. La autonomía y descentralización se refieren a la generación de sus propios recursos. La posición del Presidente aunque puede ser vista como una retaliación, es muy positiva.

En cuanto a las posibilidades futuras que tiene un alcalde para llegar a ser presidente, es decir que lo que está en el ámbito local se traslade al ámbito nacional...

Eso está por verse. En algunos países esa lógica de abajo hacia arriba ha funcionado y en otros no. Depende de las características de cada país. Por ejemplo en México, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) nació desde lo local, pero no logró ganar en las elecciones presidenciales. En Brasil, sucedió al revés. En Ecuador, que el alcalde Mauricio Rodas haga una buena gestión no implica necesariamente que pueda llegar a la presidencia. Eso ha pasado con el alcalde Nebot, tiene apoyo a nivel de Guayaquil, pero no ha trascendido a nivel nacional.

Desde los 90 los gobiernos locales dan este giro hacia la izquierda, ¿considera que esto puede ocurrir en las próximas elecciones?

Todavía AP y Avanza tienen una votación importante. No ganaron en ciudades grandes, pero tienen un gran respaldo. El retroceso en las grandes ciudades es un aviso. Elementos que también incidieron fue elegir a candidatos sin suficiente apoyo local. Fueron puestos desde un nivel nacional.