El embajador de Juan Guaidó, René Solá, señaló que apoyan las medidas del presidente Moreno sobre el tema migración venezolana. Él trazó el perfil de los venezolanos que viven en Ecuador: la mayoría son mujeres, muchos niños, adolescentes y personas con discapacidad.
Viven en Quito, Guayaquil, Cuenca y Manta. Buscan trabajo pero no lo consiguen debido a su estatus migratorio. Eso los empuja a laborar de manera informal, es decir, sin recibir el salario mínimo vital, ni los aportes para la seguridad social y reciben entre 200 o 250 dólares como remuneración. Ellos hacen labores domésticas, o limpian empresas o están en el campo.
Muchos trabajan a cambio de techo y comida, nada más. Hay otros que están en la mendicidad junto con sus pequeños. Según el Ministerio de Educación, hay 12.000 niños que se educan en las escuelas y colegios de este país, dijo a este Diario.
Para Sebastián Mantilla, director del Centro Latinoamericano de Estudios Políticos (Celaep), la migración venezolana debe ser controlada, tal como lo es en Chile y Perú, o en Europa, por ejemplo. Cada país debe garantizar los derechos de los migrantes. Pero “no se puede recibir a todos porque tenemos problemas financieros y no hay para cubrir la salud y educación de todos”, dijo. (I)