En 4 mesas de trabajo: gestión del servicio, sistema de recaudo, finanzas (que fijaría la nueva tarifa) y sectores sociales, integradas por 5 delegados del Municipio -incluida la vicealcaldesa Daniela Chacón- y 5 de los transportistas, se analizala situación en Quito.  

Actualmente la tarifa de transporte público es de $ 0,25 y se reduce a la mitad para estudiantes, personas con discapacidad y de la tercera edad. La propuesta del gremio es elevarla a $ 0,42, por lo que la mesa de finanzas evaluará los costos reales del servicio. ”Es la primera reunión de este tipo que se produce en la ciudad y estamos gustosos de que se transparente el tema, así no habrá sensacionalismo en torno a lo que los buses ganan”, sostuvo el dirigente Jorge Yánez, quien precisó que 3.200 unidades circulan en el Distrito Metropolitano, incluyendo los que forman parte de los corredores.

La última reunión se produjo el martes y una de las propuestas que se manejan es establecertarifas diferenciadas que dependan del servicio que obtenga el usuario. “No solo se manejaría el valor de $ 0,42. Todo dependerá del servicio que la ciudadanía requiera”, dijo, tras citar como ejemplo los servicios Solo Sentados, Líneas Expreso, Pasajes Nocturnos o Rutas Escolares.

Ayer, EL TELÉGRAFO pretendía consultar al alcalde sobre los avances en los diálogos en una rueda de prensa, pero su equipo de comunicación pidió que las preguntas se ciñeran al tema de la convocatoria.

Según Yánez, “por respeto a un compromiso que adquirimos ayer entre las partes (Municipio y transportistas) se dará la información cuando concluyan las mesas de trabajo”.

Por otro lado, algunos de los estudiantes de los colegios Mejía y Montúfar que la semana pasada protagonizaron manifestaciones violentas argumentaron que un posible incremento en el valor de los pasajes los motivó a salir a las calles.

Para Yánez, no es un tema que les preocupe porque “conozco que provienen de gente a la que siempre le ha gustado la desestabilización y sabemos que el Gobierno está combatiendo ese tema”.

Además, indicó quelos representantes de la sociedad civil, legalmente registrados, podrán solicitar al Municipio ser parte de la mesa de trabajo de sectores sociales para exponer sus inquietudes.

Mientras tanto, las opiniones están divididas entre los usuarios. “La tarifa diferenciada es una buena propuesta, así cada persona podría escoger con libertad el tipo de transporte que prefiere utilizar. Todo dependería de la economía de cada uno”, indicó Pedro Borja (38 años).

Para Liliana Yuccha (32 años), en cambio, “no es una buena solución porque el problema es la mala calidad del servicio. Años atrás, este sistema no se respetó y los buses competían entre ellos, maltrataban a la gente y nunca se cumplieron las diferencias en el cobro del pasaje”.