Entrevista / Edwin Bedoya / vicepresidente de la Cedocut

¿Cuál es su opinión con respecto a la propuesta de diálogo nacional?

Nos parece un poco tardía. Desde hace 2 años nos hemos movilizado con los trabajadores y no nos han escuchado. Siempre propusimos que haya un diálogo por las leyes que se estaban debatiendo en ese momento: enmiendas constitucionales, reforma laboral, Ley de Tierras, Ley de Aguas. Los sectores sociales hemos estado pendientes del diálogo, pero no nos pareció la metodología porque era un diálogo de sordos, solo nos escuchaban, pero no acogían las propuestas y no se permitía debatir.

¿Qué faltó?          

Faltó la iniciativa de escuchar a los sectores sociales, que en algún momento llevaron a (Rafael) Correa a la Presidencia. Nos quedan muchas dudas sobre la propuesta y no deberíamos asistir si es un diálogo de sordos, eso es lo que tememos. El Gobierno dice que va a dialogar con los racionales, con los que no tiran piedras y prácticamente está excluyendo. El Presidente es de todos los ecuatorianos, discrepemos o estemos de acuerdo, y debe sentarse a la mesa con todos, no únicamente con los que están a favor. El sector de la derecha y empresarial, al que él ataca, lleva 2 semanas movilizado y ahí sí le hace caso, pero a los sectores sociales que presentamos propuestas hay un cero de escucha. Si hay un principio de acercamiento debe romper ese cerco, esa terquedad  y necedad.  

¿Participarán del diálogo?

No sé si nos convoque al diálogo. Nosotros participaríamos, pero hay que romper actitudes. No es condicionar, pero el Presidente sí debería decir: vamos a revisar tal ley y propender al diálogo. No puede ser que solo los proyectos de ley de herencias o de plusvalía nos lleven a sentarnos a la mesa. Los empresarios tienen más acogida que los sectores sociales.

¿Qué temas se deberían tratar en el diálogo?

El tema del trabajo es sustancial tratarlo, porque ese ámbito topa el tema de la Ley de Tierras o de Aguas, porque los trabajadores del campo están siendo proletarizados por los grandes terratenientes. Otro tema es la ley de la Seguridad Social y el retiro del aporte gubernamental del 40% al IESS. Si quería topar la redistribución de la riqueza por qué no dejó el tema de las utilidades como estaba y por qué no se metió con las grandes empresas y no con los trabajadores. La redistribución de sueldos y de las utilidades ayuda a redistribuir la riqueza. Él no puede decir que primero ganen las elecciones para que propongan, eso no es democracia, eso nos preocupa como principio de un diálogo.

¿Cuál es su propuesta para la redistribución de la riqueza?

Hay que hacer un estudio de las empresas que funcionan en el país, tanto nacionales como internacionales, y acabar con el monopolio. Las empresas que manejan el arroz, el aceite o insumos de primera necesidad son las grandes. Se debe minimizar el monopolio de esas empresas con la redistribución de la tierra y dando más apoyo al agro o a pequeños campesinos y que sean los primeros en vendernos sus productos. Además se debe revisar el tema salarial, que sea acorde al costo de la canasta básica. Salario digno, estabilidad y seguridad social serían factores que se deben poner sobre la mesa.  

¿Y las marchas de la semana pasada?

Con todos los gobiernos, no solo con este, que han tenido la actitud de no escuchar, la gente ha salido a las calles a protestar para que sea escuchada. Las marchas de la semana pasada fueron porque colmaron la paciencia de esos sectores. Pero nosotros hemos realizado marchas programadas y discutidas en asambleas de trabajadores, tenemos una agenda. Aquí la derecha quiere cosechar y el gobierno ha sido un precursor porque le da alas. El Gobierno debe tener la capacidad de juntarse con los sectores sociales, con los que le apoyaron, porque queremos que las leyes sean en beneficio de todo el país. No estamos en la tarea de desestabilizar el Gobierno, que debe terminar su mandato, así que no nos prestaremos para eso. (I)

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Entrevista / Marcelo Solórzano / Presidente del Parlamento Laboral Ecuatoriano

El Gobierno invitó a un diálogo nacional: ¿Qué expectativa se abre con ello?

Para los trabajadores del sector público es fundamental que el presidente Rafael Correa haya abierto el diálogo, el cual debe ser de puertas abiertas y con las autoridades que deciden los temas en el país. Es importante porque, de manera particular, los trabajadores no podemos seguir reuniéndonos con asesores, directores e incluso con ministros que no resuelven absolutamente nada.

¿Un diálogo sin intermediarios?

Queremos un diálogo directo con el presidente Correa para decirle de manera frontal nuestra opinión, por ejemplo, respecto a las leyes de Herencias y de Plusvalía, con la cual no tenemos problema, pero tenemos sugerencias que hacer. Además, para volver a plantear los temas que están congelados, entre ellos, la enmienda constitucional que elimina el amparo del Código del Trabajo para los obreros del sector público contenido en el número 10, 11 y la disposición transitoria del paquete de enmiendas. También para revisar  los 3 artículos de la Ley de Justicia Laboral que no fueron discutidos con nosotros, pero que de pronto aparecieron en el escenario como ley aprobada. En lo demás estamos de acuerdo porque fuimos parte de la construcción de los artículos.

¿Cómo esperan participar?

Que se abran escenarios, foros, talleres y espacios de diálogo para expresar lo que no hemos podido hacer algún tiempo, porque a raíz de la propuesta de enmienda laboral, en el paquete de las 16 que fueron aprobadas por la Corte Constitucional, el diálogo con los trabajadores se ha cerrado...

¿Qué opina de la necesidad de una redistribución de la riqueza?

Estamos de acuerdo. Nosotros somos organizaciones históricas que venimos luchando contra los gobiernos de derecha y el neoliberalismo, para que la distribución de la riqueza llegue a todos...
A ellos, a los que tienen acumulada la riqueza les debe doler leyes como las que plantea el Gobierno, a ese 2% de la población que tiene que pagar impuestos sobre las herencias...

¿Qué opina de las marchas que se han venido dando lideradas por el exbanquero Guillermo Lasso y la de este 25 de junio convocada por el alcalde de Guayaquil?

No estamos de acuerdo porque leyes como la de herencias solo afectan a una minoría que lo tiene todo en detrimento de una gran mayoría. Esas marchas son de la derecha. Nosotros planteamos un referéndum vinculatorio para que sea la ciudadanía la que decida el tema de la Ley de Aguas, la Ley de Tierras, Ley de Herencias, Ley de Plusvalía, la consulta del paquete de las 16 enmiendas...
Lasso no defiende el futuro de las familias ecuatorianas ni de los trabajadores que apenas tenemos para vivir o para construir un patrimonio para educar a nuestros hijos. Él defiende el futuro de su familia que seguramente tiene millones de dólares.
El problema es que Lasso se ha unido con un sector de la derecha recalcitrante, con empresarios miserables que solo quieren acumular riquezas, que se negaron a aumentar el salario en $ 30 a los trabajadores, con empresarios que apenas dieron $14 en la última elevación salarial y que se niegan a dar una remuneración digna...

¿Cómo entender que políticos que dicen luchar por las mayorías ahora marchen junto al banquero?

Son supuestas figuras políticas que se oponen a todo pero no proponen absolutamente nada, porque esa ha sido su manera de vivir.

¿Qué opina del liderazgo de Jaime Nebot para convocar a marchas?

No hay que desconocer que Nebot tiene un liderazgo regional, lo grave sería que ese liderazgo se extendiera a otras provincias. Sin embargo, Nebot podrá contratar a toda la gente que quiera de los sectores que precisamente no  atiende, pagarles un sánduche y la cola, pero todo el país tiene claro que son las organizaciones sociales, el sector organizado del Ecuador, los que tienen el poder de convocatoria y felizmente ese sector no está con la derecha. (I)