El éxito de Richard Carapaz en el Giro de Italia, en el que terminó cuarto y en el que se convirtió en el primer pedalista “tricolor” en ganar una etapa (octava), no solo puso a Ecuador en el mapa del ciclismo mundial, sino que confirma a Carchi como el principal semillero de los exponentes de ruta en el país.

Jaime Pozo, Hipólito Pozo, Paulo Caicedo, Carlos Montenegro, Héctor Chiles, Pedro Rodríguez, Juan Carlos Rosero, Byron Guamá... son varios de los nombres que se forjaron en el territorio carchense.

Pero ¿Por qué Carchi se convirtió en la cuna del pedalismo nacional? ¿A qué se debe esa afición que tienen sus ciudadanos por este deporte?

Bayardo Pérez, comunicador y estudioso oriundo de Tulcán, explica que el apego al ciclismo comenzó por una connotación social derivada de las condiciones en las que se desarrollaron los pobladores de esta provincia y de la parte norte de Sucumbíos.

“A mediados del siglo pasado, la bicicleta era un medio de transporte, por no decir el único en las zonas rurales, que facilitaba la movilidad de los habitantes, ya que otro tipo de vehículos no podían acceder por las vías en pésimo estado o, en ciertos casos, inexistentes”, indica.

Añade que en el campo y en los sectores periféricos, ante la falta de transporte, las familias aspiraban a tener, por lo menos, una bicicleta, entre ellas estaban las de la marca Monark, de origen colombiano, que tenían una parrilla en la parte posterior, en la cual se podía llevar a un pasajero.

Las “ciclas” eran útiles, incluso, para que los chicos hicieran los mandados, cargando papas o materiales pequeños para la construcción en las parrillas. Este ejercicio les daba gran fortaleza física al trasladarse por la geografía irregular en la frontera colombo-ecuatoriana, que oscila entre los 800 y 1.500 metros sobre el nivel del mar.

A esto se suma la influencia de las radios colombianas, cuyas señales llegaban a estos territorios. Dentro de la programación de esas emisoras estaban las transmisiones de la Vuelta Ciclística a Colombia, que generaron atracción por esta disciplina.

En su libro “Mi pasión por el ciclismo” el doctor Nelson Polivio Dávila coincide con Pérez en esa apreciación; poco a poco el ciclismo se adueñó de las preferencias de los lugareños. Dávila fue el médico de la delegación de Carchi en la primera Vuelta al Ecuador en 1966.

Otro aspecto fundamental, prosigue Pérez, es que el ciclismo de carretera es el primer deporte que ha generado personajes referentes por sus tiunfos a nivel nacional, logros que en las personas producen sentido de pertenencia, de identificación, respecto al resto del país hablando del ámbito deportivo.

A sus 25 años, Richard Antonio Carapaz Montenegro es el mejor pedalista de ruta en la historia de Ecuador. Quedó en el top 5 del Giro de Italia. Foto: cortesía Luis Barbosa

“Además, para ver las competencias en vivo no es necesario pagar, a diferencia de torneos de coliseo o estadio; esto hace que muchas personas acudan a mirar, a conocer de cerca a los amigos, a los parientes, a los hijos de los amigos”, sintetiza.

Por estas razones hay la iniciativa de crear en el sector Guagua Negro, cinco kilómetros al sur de Tulcán, el parque del ciclista, “un sitio temático donde estaría un monumento simbólico en homenaje a los mejores exponentes de la provincia”, dice Omar Chamorro, miembro del grupo aficionado de pedalistas Máster Carchi.

A punta de pedal

→ Sin apoyo del Estado. Los pedalistas carchenses que se hicieron un nombre en el ciclismo nacional, la mayoría, no tuvieron el apoyo del Estado. En 2015, 2016 y 2017 la Federación Ecuatoriana de Ciclismo (FEC) no organizó la Vuelta al Ecuador.  

→ 23 de los 34 ganadores de la Vuelta Ciclística al Ecuador nacieron en la provincia de Carchi. 

→ Historia binacional. En la quinta Vuelta a Colombia (1955) por primera vez se corrió una etapa  que terminó en Ecuador, la ruta  Pasto-Tulcán. (I)