El lanzador de disco Juan Caicedo está a 6 metros de conseguir la marca base para clasificar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y convertirse en el primer atleta ecuatoriano de su disciplina en acceder a la cita planetaria.

La Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) determinó que existen tres maneras para lograr el boleto a la edición 32 de las Olimpiadas. La primera es por puntos, luego está el ranking, en el que ingresan los 32 mejores del mundo; y por la marca, que es de 66 metros.

El esmeraldeño de 26 años apunta a la tercera y para ello le faltan 6 metros, pues su mejor registro es de 60m57cm, que a su vez es récord nacional, que lo implantó en julio de 2018 en el Gran Premio de León, una prueba desarrollada en España.

Al país europeo viajó en dos oportunidades el año pasado. Primero con la ayuda de la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA) y en los últimos meses de 2019, por sus propios medios, con el objetivo de hacer la distancia que pide la IAAF para llegar a la capital japonesa.

El encuentro entre el lanzamiento de disco y Caicedo sucedió por casualidad. Fue cuando tenía 13 años y jugaba con sus primos a ver quién tiraba más lejos unas piedras en el terreno en el que trabajaba, en la comunidad de San Juan de Lachas, en Carchi.

En una ocasión, cuando descansaba de las labores de agricultura que ejercía para ayudar en su casa, apareció el entrenador de atletismo de la Federación provincial. Al ver sus condiciones, le propuso pertenecer a la entidad y practicar el atletismo y el lanzamiento.

Sin pensarlo y con la aprobación de su mamá, María Edith Calderón, fue a probar suerte y se quedó para toda la vida. “No tenía más que hacer luego de trabajar en el campo, así que le dije que sí”.

Las jornadas de Caicedo transcurrían entre la agricultura, desde muy temprano hasta las 15:00, y el entrenamiento, a partir de las 16:00 en Tulcán.

Antes de ser una de las figuras del lanzamiento de disco en Ecuador, el quinto hijo de doña María Edith se dedicó al impulso de bala, en el que fue campeón nacional, con récord incluido. También practicó karate -disciplina con la que logró un subcampeonato juvenil- y taekwondo, porque le gustaba hacer diversas cosas.

Pero fue el disco lo que finalmente lo atrajo porque se convirtió en algo que lo liberó. Siempre tuvo presiones sobre qué hacer en el futuro, y el deporte lo alejó de vicios o malas compañías. Gracias a esta actividad conoció varios países, a excelentes personas, obtuvo algo de dinero, cosas que nunca imaginó tener y que lo hacen feliz.

El primer logro de su carrera fue ser campeón nacional de la categoría cadetes en 2007. Luego fue dominando una a una las competencias por edades en las que participó dentro de Ecuador, hasta quedarse con el título en la absoluta, con récord incluido, de 60m57cm.

Caicedo, quien nació el 27 de julio de 1992, en un pueblo llamado La Boca, junto a San Lorenzo, en la provincia de Esmeraldas,  dio pasos interesantes en su carrera hasta llegar a ser parte del Plan de Alto Rendimiento (PAR), que maneja la Secretaría del Deporte para ayudar a los atletas a que sean profesionales.

Sin embargo, tras su participación en los Juegos Panamericanos Lima 2019, la FEA le informó que quedaba fuera del PAR por supuesto bajo rendimiento. Entonces fue cuando el lanzador decidió viajar a España para entrenarse con Frank Casañas y el actual campeón sudamericano, el colombiano Mauricio Ortega, para competir con los mejores del mundo.

Acerca de su separación del PAR, el administrador de la FEA, Julio Idrovo, comentó a EL TELÉGRAFO que se volverá a hacer un análisis de todos los deportistas para evaluar sus marcas y, en caso de merecerlo, regresar al plan.

La anterior semana, la gente de la Ecuatoriana de Atletismo lo llamó, tras analizar el proyecto que Juan les envió con miras a los Juegos Olímpicos, y le dijeron que lo apoyarán cuando les llegue el dinero, es decir, en marzo próximo.

Sin embargo, el “tricolor” no puede esperar hasta que eso ocurra y necesita regresar a Pontevedra (España) para mejorar su técnica y seguir la preparación.

Por eso, el próximo lunes retornará, gracias a que Ortega y Casañas pagaron el pasaje del lanzador.

Ellos brindan su ayuda de manera desinteresada porque -en opinión del propio Caicedo-, además de talento, ven el esfuerzo del ecuatoriano para llegar a Tokio.

Para subsistir en España, Caicedo deberá trabajar, tal como lo hizo en el segundo semestre de 2019, en mantenimiento de casas.

Agradece a su mamá por haberle enseñado desde pequeño el trabajo del hogar. “Lavo platos, trapeo, lavo la ropa, lo que se me ofrezca, porque no nos podemos poner de facilistas a buscar un trabajo que me guste. Hay que hacer lo que haya para cumplir el sueño que tenemos de llegar a Tokio 2020”.

Cuidar de su hija (Peyton) lo llevó a trabajar en las noches como guardia de seguridad en una discoteca en Tulcán, antes de ir a España.

Caicedo fue el primer lanzador “tricolor” en un Mundial juvenil; y ahora lo quiere ser en unos Juegos Olímpicos. (I)