Una fiesta de la velocidad se vivió la tarde del sábado en el Parque Bicentenario de Quito para calentar los motores en la 42ª edición de la Vuelta Automovilística de Ecuador.

El evento es organizado por la Federación Ecuatoriana de Automovilismo y Kartismo (Fedak), que confirmó que 65 fueron las tripulaciones inscritas (piloto y copiloto) para la carrera.

La primera etapa empezó ayer desde Cayambe hasta Santo Domingo de los Tsáchial. En total, son 1.523 km  por todo el país,  hasta finalizar el 18 de noviembre. 

“La vuelta es uno de los eventos principales del automovilismo. Siempre se hace el Super Prime un día antes entre los participantes y, según el tiempo que registren, se da la hora de largada”, explicó José Ignacio Egas, secretario de Fedak.

 Los participantes calentaban sus motores en sus respectivos vehículos, equipados con sus trajes especializados y listos para enfrentarse con el cronómetro.

Muchos de ellos tienen años de práctica en esta actividad deportiva, como Álvaro Moya, quien llega a su cuarta carrera en esta edición.

“Es la oportunidad de hacer lo que nos gusta, el año pasado llegamos terceros, y esta es una de las vueltas más largas”, afirmó acompañado de su familia, en el Parque Bicentenario de Quito.

Otros se animan a vivir la experiencia de otras ciudades, como José Mejía, oriundo de Cuenca. “Es mi segunda vuelta. Hemos corrido todo el año como preparación. Participamos con un todoterreno”.

Para el piloto Diego Villavicencio, la marca es importante en la vuelta. “Tengo dos años con este vehículo Can Am Maverick, el año pasado ganamos en la categoría”. 

El Super Prime también reunió  a la familias. Andrés Navas, en compañía de su esposa Grace y su hijo en brazos no dejaron de aplaudir a los competidores.

“Antes trabajaba con el equipo de abasto (reparación) en las carreras, desde ahí me apasioné”, comentó Andrés Navas.

El premio principal es un auto cero kilómetros, que entregará la cooperativa Mushuc Runa al ganador de la competición. (I)