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Samantha Arévalo aprendió a nadar en el río Upano

→Samantha Arévalo -con el número 13 en su brazo izquierdo- sale del mar en primer lugar; la competencia de los 5.000 metros de aguas abiertas se realizó en Playa Salguero, a 30 minutos de Santa Marta, ciudad sede de los Bolivarianos.
→Samantha Arévalo -con el número 13 en su brazo izquierdo- sale del mar en primer lugar; la competencia de los 5.000 metros de aguas abiertas se realizó en Playa Salguero, a 30 minutos de Santa Marta, ciudad sede de los Bolivarianos.
Luis Cheme / et
17 de noviembre de 2017 - 10:16 - Luis Cheme enviado especial a Santa Marta

Samantha Arévalo tuvo barra propia este viernes en Playa Salguero, a 30 minutos del centro de Santa Marta, donde se realizó la competencia de aguas abiertas de los Juegos Bolivarianos 2017.

Desde su natal Macas, en Morona Santiago, llegaron para alentarla sus padres Leonardo Arévalo y Elsa Salinas, su madrina y su mejor amiga de la infancia.

Ese apoyo, sumado a la buena preparación de la deportista nacional, la llevaron al podio bolivariano. La exponente de 23 años confirmó por qué es una de las mejores del mundo en esta disciplina al detener los cronómetros en 1h7m59s, lo que le valió colgarse la medalla de oro en los 5.000 metros en un mar picado después de la fuerte lluvia que cayó durante la noche del jueves y madrugada del viernes sobre la capital del departamento de Magdalena.

Sus padres y allegados se ubicaron en unos graderíos metálicos que la organización instaló a la orilla del mar y desde allí la animaron desde el principio de la competencia. “¡Vamos Sami!”, le gritaban. Samantha, lógicamente, no los escuchaba, pero sabía que estaban allí. Por eso, cuando salió del mar y pese a que estaba un poco mareada por el esfuerzo, lo primero que hizo fue buscarlos.

Su padre, que en su juventud fue triatleta, la recibió con un abrazo. Trató de contener las lágrimas, pero no pudo. Lloró disimuladamente mientras su esposa Elsa inmortalizaba el momento con la cámara de su celular.

La deportista de 23 años llegó como favorita a esta competencia y no defraudó. Siempre se mantuvo en el primer grupo y el resto de nadadoras se vieron obligadas a seguir su ritmo durante las cuatro vueltas que le dieron al circuito delimitado con boyas fosforescentes.

“En la última vuelta el agua estuvo más movida que en las anteriores, eso complicó un poco el remate, pero mantuve la concentración”, analizó Arévalo antes de entrar a la prueba de control antidopaje que realiza la organización en cada evento.

Los inicios de Samantha

La carrera deportiva de Arévalo empezó cuando aún era una niña. En lugar de arrullar muñecas, su infancia transcurrió entre piscinas, sobre una bicicleta o correteando con otros niños.

Su primera incursión en el mundo del deporte la hizo practicando la disciplina de triatlón, pero a los 10 años de edad resolvió que la natación sería su estilo de vida.

Empezó a nadar motivada por sus padres y sus hermanos mayores que hacían triatlón. Aprendió a bracear a los 6 años y a los 7 ya tenía un pequeño entrenamiento.

A esa edad lo disfrutaba más, lo tomaba como juego. Le fascinaba nadar en el río Upano, que nace en las alturas de las lagunas de Tinguichaca (Macas).

Su mayor logro hasta el momento es el segundo lugar y medalla de plata que obtuvo el 16 de julio pasado en la prueba de 10 kilómetros en aguas abiertas del 17º Campeonato Mundial de Natación, que se celebró en Budapest (Hungría).

Después de lograr ese título, el muro de Facebook de Samantha se llenó de felicitaciones. La ecuatoriana, de 22 años, había conseguido en el lago Balatón su mayor éxito. Y lo hizo ante un ejército de grandes especialistas. Ante las mejores, incluyendo a la campeona y subcampeona olímpica, Sharon van Rouwendaal y Rachele Bruni, esta última es compañera de entrenamientos de Arévalo en Italia. Fue precisamente la decisión de radicarse en Italia a inicios de 2017 la que produjo el punto de inflexión en la corta carrera de la fondista de Macas.

En Italia, Arévalo se puso en manos de Fabrizio Antonelli, el joven entrenador de Bruni, subcampeona olímpica en Río, cuarta en los 10 km del Mundial de Kazán y quinta en Hungría.

Arévalo llegó a Italia con un palmarés que incluía el bronce en los 10 km de los Juegos Panamericanos que se disputaron hacía dos años en Toronto, el mismo año que terminó 12ª en los 10 km mundialistas. El verano pasado finalizó novena en Río, a 55 segundos del primer lugar.

Ecuador nunca había tenido una nadadora de la talla de Samantha Arévalo, primera medallista ecuatoriana en unos mundiales.

El primer cambio relevante en la vida de Arévalo se produjo hace dos años, cuando dejó Macas para entrenarse en Cuenca, en la provincia de Azuay. Allí fue dirigida por Juan Fernando Enderica y tenía como compañeros de entrenamientos a los hermanos Santiago y Esteban Enderica. Los registros de la ecuatoriana comenzaron a mejorar de manera significativa a nivel nacional e internacional.

En 2013 se estrenó en las aguas abiertas tras haber competido en los 800 libres de los Juegos de Londres 2012, donde llegó en el puesto 29 con récord nacional, 8:49.21. Tenía 16 años. Hasta su llegada a Cuenca, Arévalo solo competía en pruebas de piscina. Enderica le enseñó el camino de las aguas abiertas y desde entonces se ha volcado en estas con buenos resultados en pruebas de la Copa del Mundo. “Haber finalizado entre las 10 primeras en Río de Janeiro 2016 me motiva”, afirmó el pasado diciembre.

Por ahora su temporada ha terminado en Santa Marta. Desde febrero próximo intervendrá en el circuito de Copas del Mundo, que comprende siete pruebas en total. (I)

Enderica y Caldas ganan medallas en aguas abiertas

→El cuencano Iván Enderica se adjudicó la medalla de bronce en la prueba masculina de los 5.000 metros aguas abiertas, división masculina. La prueba estuvo reñida de principio a fin.

El ecuatoriano, que llegó como uno de los favoritos para quedarse con la medalla de oro, hizo una gran competencia, se mantuvo en el primer pelotón durante toda la prueba, pero en el remate dio ventajas y se tuvo que conformar con el tercer escalón del podio con un tiempo de 1h3m21s.

Venezuela dominó esta prueba con autoridad. La medalla de oro fue para Diego Vera (1h3m10s), mientras que la de plata se la llevó Wilder Carreño (1h3m20s).

Tras la competencia reconoció que no pudo rematar de la mejor manera, en parte por las condiciones del mar.

En la rama femenina en la que se consagró Arévalo, la medalla de plata fue para la venezolana Liliana Hernández (1h8m4s) y la de bronce fue para otra ecuatoriana Nataly Caldas, que terminó la carrera en 1h8m6s.

En otras disciplinas, la bicicrosista nacional Doménica Azuero se colgó la medalla de plata en el time trial femenino, en la pista de BMX ubicada junto al estadio Municipal Bureche, en la periferia de Santa Marta. En esta misma disciplina y modalidad, Alfredo Campo ganó la presea de bronce, sumando así dos metales más para el Team Ecuador en los Juegos Bolivarianos.

En tenis, el guayaquileño Roberto Quiroz disputará mañana la medalla de oro en la modalidad singles, tras vencer el jueves al colombiano Christian Rodríguez por 7-6, 6-7 y 6-3. Su rival, en la disputa de la presa dorada será el local Felipe Mantilla, quien doblegó al ‘tricolor’ Iván Endara por 4-6, 6-4, 6-4. Hasta el cierre de la edición impresa (14:30) Ecuador se ubicaba séptimo en el medallero, con 3 oros, 14 platas y 24 bronces. La tabla la lidera Colombia, con 67 preseas doradas. (I) 

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