Rafael Nadal, el indiscutible rey de la tierra batida, y Dominic Thiem, considerado su heredero en esa superficie, pelean desde las 08:00 de hoy por levantar la Copa de los Mosqueteros de Roland Garros, que sería la undécima para el español y la primera para el austríaco.

Siete años y medio separan a Nadal, que acaba de completar 32 y a Thiem, que cumplirá 25 en septiembre, aunque a los dos les une su voracidad en la arcilla.

El español, número uno mundial, tiene 25 lances ganados y una sola derrota en la gira sobre estos terrenos, precisamente ante el austríaco en los cuartos de final de la final del Mutua Madrid Open (7-5 y 6-3), el pasado 11 de mayo.

Thiem, tenista de golpes demoledores y rápido de piernas, parece ser el único que en los dos últimos años halló la criptonita para desactivar a Nadal en el polvo rojo.

El jugador de Wiener Neustadt, quien este año tiene 28 encuentros ganados y dos reveses, lo venció también hace cerca de un año en los cuartos de final de Roma.

Sin embargo, el español suma más títulos que su rival: Montecarlo, Roma y Barcelona, frente a Lyon y Buenos Aires. También juega a favor de Nadal su fiabilidad en las finales. Las otras 10 que disputó en el escenario Philippe Chatrier las ganó, la última el pasado año 2017 ante el suizo Stanislas Wawrinka.

Ayer, en la final del torneo femenino, la rumana Simona Halep, número uno del mundo, ganó su primer título de Grand Slam en cuatro finales disputadas, al doblegar a la estadounidense Sloane Stephens, la última campeona del Abierto de EE.UU., por 3-6, 6-4 y 6-1, en dos horas y tres minutos. (I)