El pasado sábado, el piloto ecuatoriano-estadounidense Juan Manuel Correa sufrió un accidente cuando corría el Gran Premio de Bélgica de Fórmula 2, en el mismo perdió la vida el francés  Anthoine Hubert.

El accidente sucedió en la curva Eau Rouge (Agua Roja), del circuito de Spa, en Bélgica. Exitosos pilotos que corrieron en esa pista mostraron, en sus respectivas épocas, su respeto por ese sector en especial.

El fallecido Ayrton Sena, campeón mundial de Fórmula 1, dijo que cada vez que pasaba por esa curva -donde se alcanzan los 300 km por hora- “habla con Dios”.

Mientras que Michael Schumacher, quien desde 2013 permanece en su domicilio  recuperándose de un grave accidente, definió esa curva como una montaña.

“Cuando llegas a (la curva) Eau Rouge es como si uno está volando bajo y como si te encontraras con una gran montaña”.

Muy rápido y ondulado, al circuito es conocido como el “tobogán de las Ardenas”. Su parte más célebre y difícil es precisamente el Raidillon del Eau Rouge, una cuesta que se sube después de atravesar un pequeño valle.

La histórica curva recibe el nombre Eau Rouge porque el trazado bordea un río con aguas de color rojizo a causa de la gran concentración de hierro. Aunque la leyenda dice que recibe este apodo a causa de la sangre de los pilotos que no pudieron controlar sus vehículos y terminaron fuera del circuito. Y tiñeron el agua con su sangre. (I)