A 20 segundos de terminar el partido, tal vez para ahorrarse el dolor del pitazo final, Liga-Q entregó el balón y dio por concluido el cotejo, reconociendo la superioridad de Oro & Grana, el rival invencible que le ganó los play offs del Campeonato de Baloncesto de Pichincha 2017.

Lo que siguió fue el júbilo, el “¡Dale, vamos campeón!” del entrenador John Escalante, quien llevó al conjunto rojo a su primer título provincial. El resultado 88-80, imposible de igualar o remontar en 20 segundos, llenó los ojos de los vencedores de lágrimas de alegría.

De pie, los aficionados que hincharon por Oro & Grana aplaudieron la gesta de sus exponentes, que se dieron el lujo de derrotar a los dos favoritos: Marathon Sports en la semifinal y el conjunto ‘albo’ en la final.

Con más de 5.000 espectadores, la noche del pasado viernes, el viejo coliseo Julio César Hidalgo de Quito cobijó una nueva historia de rebotes y canastas, un relato que tuvo como protagonista a Sebastián Bedoya, el armador sangolquileño que selló con la medalla dorada una campaña inolvidable.

A sus 18 años, a Bedoya no le pesó la inexperiencia y llevó al inédito finalista hacia la victoria. Aportó con 30 puntos a su elenco y el liderazgo que siempre hace falta en estas bregas.

La impotencia de los hombres de la ‘U’ desembocó en el enfado de Yasmani Fundora, quien en el último minuto de juego, desde la zona de suplentes, destrozó una mesa plástica de una patada. Este comportamiento fue rechazado por gran parte del público. (I)