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El Telégrafo
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Entrevista / Roberto Alzir / subsecretario de Seguridad de Grandes Eventos del gobierno del estado de Río de Janeiro

“Los atentados terroristas de Múnich 72 no se repetirán”

Foto: internet.
Foto: internet.
29 de septiembre de 2015 - 00:00 - Pablo Giuliano. Corresponsal desde Sao Paulo, Brasil

Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 tendrán un sistema de seguridad integral que incluye trabajar sobre la hipótesis de terrorismo internacional y contener la criminalidad de los narcos de la ‘Ciudad Maravillosa’.      

El subsecretario de Seguridad de Grandes Eventos del gobierno del estado de Río de Janeiro, Roberto Alzir, afirma en una entrevista con EL TELÉGRAFO que el trabajo de seguridad que se realiza impedirá que se repita un hecho trágico en los Juegos brasileños como el que ocurrió en los de Múnich 1972, cuando el comando palestino Septiembre Negro asaltó la villa olímpica, tomando como rehenes a miembros del equipo israelí.   

La represión policial fue tan desastrosa que murieron en total 17 personas, incluidos 9 rehenes. Los Juegos Olímpicos le reservan a Alzir el último gran evento para organizar y custodiar, ya que Río de Janeiro acogió recientemente encuentros masivos, como el Mundial 2014, la Copa Confederaciones 2013, la visita del papa Francisco a la Jornada Mundial de la Juventud, la conferencia de la ONU Río+20 en 2012. Alzir asegura que durante la visita del papa Francisco no hubo señales de intentos terroristas y explica que los grupos narcos brasileños de Río tradicionalmente no interfieren en los grandes eventos.   
Los Juegos Olímpicos que por primera vez se realizarán en América del Sur serán los más custodiados: habrá 85.000 hombres, de los cuales 38.000 son miembros de las Fuerzas Armadas, dice Alzir en su despacho,  ubicado al lado de la estación de trenes Central do Brasil y decorado con una fotografía suya con el papa Francisco en Río y un banderín del Fluminense.  

El funcionario negó que la política de la llamada pacificación en las favelas cariocas haya tenido como objetivo maquillar la ciudad para los eventos de alto impacto mundial. Los Juegos serán custodiados por varios órganos de todos los niveles de gobierno y de agencias internacionales, como Interpol.  

¿Cuáles son las mayores amenazas para Río de Janeiro 2016?

Tenemos un plan estratégico que sirve para todas las acciones y prevenciones. Todas las  posibles amenazas son motivo de análisis de riesgo y, con base en análisis, diversos órganos trabajan en investigación y en sus  respuestas.  Las alternativas que están siendo mapeadas son los ataques  terroristas, pero también puede ser escenario de un ataque por cuenta de la visibilidad internacional, y por la presencia de atletas de países que tienen conflictos. Además de eso la criminalidad común es una fuente de amenaza que debe ser mitigada.

¿Cuántos hombres habrá en la custodia de los Juegos Olímpicos?

Estamos proyectando 85.000 agentes. De ellos, habrá 38.000 militares de las Fuerzas Armadas.

Brasil ha sido epicentro de grandes eventos, como el Mundial 2014. ¿Qué diferencia existe entre los Juegos de Río y el Mundial, ya que esta ciudad fue sede y también escenario de la final?

El flujo de las multitudes es diferente. En el Mundial había un estadio donde se jugaba, el Maracaná, y otras 11 sedes. En los Juegos Olímpicos habrá flujo de personas circulando en 4 espacios olímpicos de la ciudad. El Mundial tenía apenas una modalidad, ahora tendremos 65 modalidades. Es la mayor operación de la historia de Río de Janeiro. Y además es la primera vez que se disputarán todas las modalidades en la ciudad sede. Serán los Juegos más concentrados de la historia.    

La imagen internacional de Río de Janeiro también está alcanzada por la violencia, la criminalidad y el narcotráfico en las favelas. ¿El Gobierno lanzó las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en las favelas más violentas pensando en los Juegos Olímpicos?

El proyecto de las UPP surge antes, en 2007. Las UPP no fueron hechas por los juegos, pero se las incluyó cuando idealizamos el sistema de metas. La mejora de la seguridad contribuyó a la elección de Río hecha por el Comité Olímpico Internacional (COI).

Los narcos en Río continúan con el mismo poder de hace unos años?

El objetivo de las unidades pacificadoras nunca fue terminar con el tráfico de drogas, lo que buscamos es terminar con el dominio territorial de las organizaciones criminales. Esto demora. Las facciones que dominaron las comunidades por 40 años pasaron a ejercer en parte de la población la percepción de los narcos ostentando poder, armados, siendo los jefes del barrio. No hubo pretensión de terminar con las facciones, porque ocupaban y controlaban el lugar, manejaban el juego, la prostitución, los servicios de gas y electricidad. Incluso tenían ingresos superiores que con el narcotráfico. Las organizaciones aún ejercen influencia en las comunidades, siguen con el tráfico y compran ‘soldados’ en las comunidades para controlar territorios, pero su poder ha disminuido bastante.

Organismos internacionales de derechos humanos, como Amnistía, denunciaron que la violencia policial y la letalidad de la Policía de Río de Janeiro aumentaron 39% entre 2013 y 2014. Un ejemplo es el caso del albañil Amarildo Dias, que continúa desaparecido tras supuestas torturas de uniformados en la favela Rocinha.   

Tuvimos una caída drástica de estos niveles a partir de 2007, pero en 2013 tuvimos varios reveses. Con las manifestaciones de 2013 hubo una respuesta a todo tipo de poder en Brasil, un debilitamiento de las instituciones. Y en las  comunidades regía una legislación paralela. Gobernaban los narcos contra el estado de derecho democrático. La llegada de la Policía provoca que la regulación pase a ser hecha por el Estado, representado por el policía. Hay conflictos que surgen en las favelas y el policía debe aprender el trabajo de mediación.  

En Múnich 1972 se exportó la cuestión palestina para denunciar la ocupación israelí hacia los Juegos de Alemania. Salvando las distancias, ¿el Estado Islámico o Al Qaeda, más las mafias locales, como las organizaciones armadas, tienen poder de fuego para actuar en los Juegos?     

Las bandas criminales nunca actuaron contra los grandes eventos, nunca usaron eso para impactar estos eventos, no es característica de ellos hacer acciones, pero sí hay atención sobre la criminalidad común, robos, hurtos. El terrorismo internacional está siempre en constante vigilancia, no creemos que ocurra en Brasil, pero no podemos relajarnos, todas las  delegaciones que vienen a Brasil, oriundas de países más sensibles, articulan información. Estados Unidos, Israel y otros países que viven conflictos en forma más aguda tienen preocupación y buscan colaborar en forma internacional para que los Juegos funcionen. Lo que ocurrió en Múnich nunca más va a ocurrir en ningún otro evento. No había en ese entonces prevención, planificación ni respuesta. Lo peor fue la respuesta. A partir de allí se prepararon todos los eventos de esta magnitud. Desde Múnich mucho evolucionó, lo que no quiere decir que no pueda ocurrir un incidente, pero todas las medidas son tomadas con base en la preparación. (I)

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