Richard Carapaz, Jonathan Narváez y Jonathan Caicedo, los ciclistas que fueron excluidos de la delegación ecuatoriana que participa en los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017, pidieron disculpas por la falta disciplinaria que cometieron el sábado anterior, luego de la ceremonia inaugural.

“Estamos enojados con nosotros mismos”, dijo Carapaz en la rueda de prensa que él y sus compañeros ofrecieron ayer en la Prefectura de Carchi, en Tulcán.

Las disculpas las ofrecieron al Comité Olímpico Ecuatoriano (COE), la Federación Ecuatoriana de Ciclismo (FEC), a sus familias, a los aficionados y, en especial, a los niños, para quienes, afirmó Carapaz, deben ser un buen ejemplo.

Añadieron que se acogerán al derecho al silencio y aguardarán que la FEC les abra un expediente, tal como anunció el titular del COE, Augusto Morán; quieren ver el informe y la posible sanción a la que serán sujetos.

El abogado de los pedalistas, Marlon Escobar, explicó que sus clientes alistan el descargo, ya que los organismos deportivos procederían mal si los castigaran sin permitirles defenderse.

El periodista Ernesto Almeida mencionó que, según contactos que tiene en Colombia, al llegar los pedalistas a Santa Marta no fueron recibidos por ningún directivo y tampoco sabían en cuál hotel debían alojarse. Por tanto, tras la inauguración de las justas, se fueron a cenar  en una pizzería, acompañando la comida con cerveza.

Augusto Morán, titular del COE, comunicó que la separación de los tres se debe a que estaban en estado de embriaguez y por faltarles el respeto a los oficiales del lugar donde se encontraban.

El triatlonista Silvio Guerra emitió una opinión en la que cuestiona la medida tomada contra los ciclistas; se pregunta si se actúa con el mismo rigor ante los malos dirigentes. Muestra su desacuerdo con la FEC por no organizar la Vuelta Ciclística a Ecuador desde 2015. Diario EL TELÉGRAFO quiso conocer el criterio del presidente de la FEC, pero su celular nos direccionó al buzón. (I)