Detrás de los triunfos de Richard Carapaz en el Giro de Italia 2019 y de Jonathan Caicedo en la Vuelta a Colombia 2018 está un trabajo de formación desde las primeras pedaleadas, el cual fue impulsado por Paulo Caicedo, quien decidió dejar de formar a nuevos campeones.

El entrenador de ciclismo anunció su retiro tras más de 20 años de descubrir, dirigir y pulir a grandes pedalistas locales.

Previamente a ser cazador de talentos, Caicedo desarrolló su carrera de ciclista por cerca de 15 años, tiempo en el que ganó dos Vueltas al Ecuador (1987 y 1994), además representó al país en los Juegos Olímpicos Atlanta 1996.

Paralelamente a su carrera como ciclista fue cumpliendo roles de director técnico en la Policía Nacional, a la que ingresó en 1986. Ahí dirigió a Éspoli, equipo que representó a la fuerza y con el que logró los títulos de la carrera más importante del Ecuador en 2001, 2002 y 2005 con Héctor Chiles, y en 2003 con Franco Rodríguez.

Tras el retiro de la Policía y al ver su capacidad de sacar talentos, la prefectura del Carchi lo reclutó para que entrenara primero al “Panavial” y luego al “Coraje” Carchense. A este último se unieron Carapaz y Caicedo para luego ser contratados por elencos de Colombia y dar el salto gigante a Europa.

Ese tiempo de trabajo con la Prefectura dio buenos resultados. “Ganamos Vueltas al Ecuador, dejamos bien en alto el nombre de la provincia a nivel nacional e internacional porque fuimos a otros países, como Bolivia y Argentina, donde vencimos en etapas”, comentó el ahora exentrenador de 60 años.

Para empezar a formar ciclistas, “La Bruja”, como es conocido en el mundo del ciclismo, veía a jóvenes valores, los sometía a una serie de pruebas y los más talentosos pasaban a trabajar con el equipo que dirigía. “De esos triunfos me siento muy contento por haber hecho ese trabajo con ellos”, señaló     

En la lista de pupilos de Caicedo destacan también el vigente campeón de la Vuelta, Jorge Luis Montenegro (Movistar Team Ecuador); Juan Carlos Pozo (ganador de la Vuelta en 2014); David Villarreal (dueño de la modalidad de metas volantes de la Vuelta al Ecuador 2019).

Al terminarse el apoyo económico por parte de la prefectura del Carchi para el “Coraje” Carchense, decidió dejar de ser entrenador y formador. “Estoy tranquilo ahora en la casa haciendo mis cosas”, dijo.

Sin embargo, extraña el levantarse temprano con una planificación de entrenamientos, el ir a diferentes lugares con los ciclistas durante las prácticas, recorridos que salían desde Tulcán y terminaban en el peaje de San Gabriel, en Ibarra o hasta en Ipiales (Colombia).

También añora dar consejos a sus pupilos, aunque a veces algunos lo llaman para que los guíe en alguna situación que tienen.  

Pese a ya no compartir sus conocimientos y experiencia con las nuevas generaciones, la pasión por la “bici” no la deja y sigue movilizándose en ella porque “eso es algo que se lleva en la sangre”, dijo.

Con más tiempo ahora se dedicará a disfrutar de su pasión desde otro punto. (I)