Juan José Caicedo no tiene entrenador y compite lesionado. Se prepara viendo videos en YouTube y recordando las instrucciones que le daba su último preparador. Esas indicaciones las tiene apuntadas en un cuaderno de 100 hojas cuadriculado que guarda con celo.

Pero para este esmeraldeño de 25 años que representa a la provincia de Carchi no existen las excusas, por eso dio todo su esfuerzo la noche del miércoles pasado en la pista atlética de Bureche para colgarse la medalla de oro en la prueba de lanzamiento de disco de los Juegos Bolivarianos Santa Marta. 57,99 metros fue el registro que lo llevó al oro.

La Federación Deportiva de Carchi despidió a su entrenador hace cinco meses argumentando falta de resultados deportivos. Pero esa justificación se contradice con la realidad. Fue con él con quien logró hace dos años, en Lima, un récord nacional en esta disciplina que aún nadie ha podido tumbar: 57,87 metros. Además, perdió la cuenta de los campeonatos nacionales que ha ganado hasta ahora.

La ‘Amenaza’ Caicedo, como se autodenomina en su perfil en la red social Facebook, es imbatible en el ámbito nacional.

Hasta 2006, Caicedo estaba alejado completamente del deporte. Su vida estaba dedicada a la agricultura en un pequeño pueblo de la provincia de Carchi llamado San Juan de Lachas, de donde es su madre. Allí, sus días transcurrían sembrando y cosechando plátano, fréjol, guaba, guanábana, caña de azúcar, piña, naranja, naranjilla, limón, yuca, camote, zapallo, pimiento y otros productos típicos de la zona. Ese era el modo de ganarse la vida.

El trabajo duro en el campo hizo que desarrollara una fuerza descomunal. Por eso, cuando el entrenador Gonzalo Castillo lo vio, no dudó en invitarlo a entrenar. Caicedo aceptó por curiosidad, sin sospechar que terminaría gustándole.

Juan Caicedo nació en San Lorenzo (Esmeraldas), pero se mudó a vivir al pueblo de su mamá cuando se separó de su padre. Tenía apenas 3 años, por eso le tocó trabajar desde pequeño para ayudar en los gastos de la casa.

Su oro en los Juegos Bolivarianos no estaba pronosticado. A la delegación de atletismo que compite en Santa Marta le cayó por sorpresa. Tanto así que unos cuantos deportistas, los más cercanos a él, eran los únicos que seguían la final de esta disciplina al pie de la pista del complejo de atletismo de Bureche. Pero cuando impulsó el disco a más de 57 metros en uno de sus intentos, la atención de volcó sobre él.

Caicedo fue superior al mismísimo Claudio Romero, lanzador chileno que llegó a Santa Marta con el título mundial de la disciplina, categoría sub-18, conseguido en Nairobi y medalla de oro en el Campeonato Panamericano de Atletismo Junior de Trujillo, Perú, con una marca de 62,09 metros. “¿De dónde salió este negro?”, dijo Romero en tono jocoso, sin el ánimo de ser racista o despectivo.

Para lograr esta hazaña deportiva, Caicedo pasó horas detrás de su computadora viendo videos del alemán Robert Harting, campeón olímpico en Londres de 2012 y medalla de oro mundial en Moscú, en 2013. “En los entrenamientos trato de imitar lo que ellos hacen. También trato de inventar movimientos para competir”, cuenta el esmeraldeño.

Durante los torneos, sus compañeros hacen de entrenadores. Son ellos quienes le dicen qué está haciendo bien y qué está haciendo mal.

A los Bolivarianos llegó lesionado. El jueves de la semana pasada, durante un entrenamiento en Tulcán, hizo un giro brusco que le ocasionó un desgarro en el músculo gemelo de la pierna izquierda. Por eso, cuando era su turno de lanzar, se colocaba una venda para que la lesión no recrudezca.

Aunque parezca mentira, el deportista aún no cuenta con un tratamiento médico. Un doctor de la Federación Provincial de Imbabura que es amigo suyo y que lo conoce desde pequeño le hizo rehabilitación por una semana. Gracias a eso pudo caminar y moverse en el círculo de lanzamiento con normalidad.

La Federación de Carchi no le ha asignado un galeno. La única ayuda que recibe de ese organismo es $ 200 mensuales la mayor parte de ese dinero es para su hija de 5 años, el resto lo emplea para pagar su medicina y alimentación.

Hasta 2015 formó parte del Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte. Estaba ubicado en la categoría E, por lo que recibía $ 350 mensuales. “Ese año supuestamente me asignaron

$ 20.000 para mi preparación, pero yo nunca los vi. Dentro del plan competí menos que ahora que estoy fuera”. 

Su descripción en Facebook dice que la vida ha sido “su mejor escuela”. Por ahora combina sus entrenamientos con sus estudios secundarios. Está en sexto curso y en febrero próximo será bachiller.

Por ahora disfruta de su medalla de oro, la primera que logra Ecuador en lanzamiento de disco en la historia de los Juegos Bolivarianos.

Caicedo tiene una cábala: siempre compite con el pelo teñido de rubio. Por eso, uno de sus compañeros se lo tinturó cinco horas antes de la prueba. Quería que solo fuera un mechón, pero terminó pintándose hasta las barbas. Él mismo afirma que este tipo de cosas hacen parte de su ‘demencia’. (I)

Ecuador suma medallas en la recta final de los Juegos

→El velocista Álex Quiñónez cumple un retorno brillante hasta ahora en Santa Marta 2017. Además de las dos medallas de oro en 100 y 200 m planos, el esmeraldeño rompió dos récords bolivarianos y acortó en un segundo su registro de los JJ.OO. de 2012 con 20,27 segundos.

En la jornada, Juan Caicedo también hizo sonar el himno al imponerse en el lanzamiento del disco con una marca de 57,99.

Ángela Tenorio y Marizol Landázuri se colgaron plata y bronce en los 200 m planos. José Pacho, con registro 5,20 m logró plata en el salto con garrocha.

En levantamiento de pesas, Jorge David Arroyo se llevó el oro en arranque y dos medallas de plata en envión y total olímpico en la división 105 kg (180/193/373). En la misma división Wilmer Contreras logró tres de bronce.

Ánderson Calero se quedó con dos de plata y una de bronce en total (173/202/375) en los +105 kg. Mientras que Seledina Nieve conquistó tres bronces en 90 kg (105/127/232). Lisseth Ayoví ganó tres de plata en +90 kg (111/140/251).

En natación, Tomás Peribonio se quedó con la medalla de plata en los 400 m combinado, después de completar el mismo tiempo que el venezolano Carlos Claverie con 4:22:53.

En 1.500 metros varones Joseph Macías se ubicó en tercer lugar y se llevó la medalla de bronce. Leonardo González logró plata en los 50 metros libre, mientras que en la misma distancia, pero en damas, la juvenil Anicka Delgado se llevó la presea de bronce.

Karate cosechó este miércoles tres metales de oro en la modalidad kumite con Valeria Echever, Franklin Mina y Daniel Viveros, además de conquistar dos bronces con Priscila Lazo y Esteban Espinoza.

Echever fue la primera en coronarse campeona bolivariana en los más de 68 kg. La karateca enfrentó en la final a la dominicana Pamela Rodríguez a la que se impuso por 6-2.

Poco después, en la división hasta 67 kg Daniel Viveros superó a Luis Solares, representante de Guatemala, en la final por 4-0. La victoria lo llenó de mucha emoción. (I)