El ecuatoriano César de Cesare se despidió ayer de las medallas del canotaje de velocidad de los Juegos Olímpicos de Londres-2012 al terminar sexto en su grupo de semifinales, en prueba realizada en Eton Dorney, una de las mejores pistas de agua del mundo.

“Me siento con bronca por el mal resultado. No es lo que esperaba, venía buscando estar entre los primeros, pero se dio así y hay que asumirlo, hoy (ayer) fue un mal día para mí y un buen día para los demás, pero quedo conforme porque estamos entre los mejores y hay que seguir trabajando”, dijo De Cesare.

Nacido en Argentina hace 31 años, el nacionalizado De Cesare marcó un tiempo de 36.975 segundos, apenas un segundo y fracciones por debajo del canadiense Mark de Jonge y del español Saúl Craviotto, que dominaron la ronda con 35.595 y 35.597, respectivamente.

“Fue un tiempo muy alto para unas semifinales, no tengo excusa, hoy (ayer) rendí así y quizás mañana (hoy) rinda de otra manera. Simplemente estuve como un poco frenado a la hora de competir, pero no quedo inconforme con lo que hemos hecho, simplemente fue una mala regata”, agregó el kayakista.

El ecuatoriano había avanzado más temprano a la penúltima ronda con un tiempo de 36.181 y vuelve hoy a Eton Dorney (25 km al oeste de Londres) con una ubicación maravillosa frente al castillo de Windsor, residencia de la familia real británica, para competir por los lugares entre el noveno y el decimosexto.

“Espero que mañana (hoy) las cosas cambien. Ahora quiero ser noveno, que sería la mejor posición de mi serie. Voy a tranquilizarme un poco, a estar sin el estrés y la ansiedad con la que llegué a la pista, porque fueron muchos días de espera, de tensión por querer competir y la cabeza comienza a trabajar”, reconoció.

Campeón de la especialidad en los Juegos Panamericanos de Guadalajara-2011 y primero y segundo este año en las Copas Mundiales de Moscú y Duisburgo, respectivamente, De Cesare aseguró que estar en la cita olímpica es un “sueño cumplido” y afirmó que el canotaje latinoamericano “está en pañales” en comparación con el europeo.

“Ya es un logro estar en Juegos Olímpicos, por eso no todo es malo. Tengo que tomar esto como una experiencia enriquecedora y tratar de aprender de los errores que tuvimos. Esto va a servir para algo, quizás para los próximos Juegos” de Río de Janeiro-2016, a lo que piensa llegar “con menos carga de entrenamiento”.

“Quiero tomarme un descanso largo después de los Juegos de Londres y pensar cómo planificar los próximos cuatro años. Meteremos objetivos a largo plazo, pero quiero hacerlo más tranquilo, bajando las cargas de trabajo, por lo que creo que no haré todo el ciclo olímpico para llegar a Río 2016”, puntualizó el ecuatoriano, séptimo el pasado año en el Campeonato Mundial de Szeged (Hungría).