Emilio Falla es uno de los pocos deportistas ecuatorianos que repetirá Juegos Olímpicos. Competirá en Londres 2012 luego de haber participado en Beijing 2008, cuando se incorporó por primera vez al BMX como deporte olímpico. 

Apenas tenía 22 años en esa ocasión y no sabía qué esperar de la competencia, por ser la primera vez que se la incluía en unos Juegos. “No deseo hacer en Londres lo que hice en Beijing. Nadie va a decir nunca que va solo por cumplir. Nadie espera cuatro años para no superarse en la siguiente edición”, expresó el bicicrosista quiteño.

Cuatro años después, lleno de competencias, triunfos, caídas y lesiones, Falla consiguió la clasificación en mayo pasado. Acumuló, sobre todo, experiencia en este tiempo y mayor confianza para afrontar nuevamente los Juegos.

Ahora, a sus 26 años, resalta la actitud que logró en el período entre ambos Juegos y aspira, por lo menos, a meterse entre los ocho finalistas. Sin embargo, comentó que en su disciplina también es necesario tener una dosis de suerte.

“Todo puede pasar en mi deporte; los 8 finalistas pueden ganar la medalla. Hay muchos factores que te permiten imponerte en una competencia así. He visto gente que no da pie con bola en los entrenamientos, pero en la prueba le va perfecto”, relató el quiteño.

Desde 2007 mantiene un apego especial por la Virgen de Schoenstatt y lleva su imagen a todos los eventos a los que asiste. Los Juegos no fueron la excepción y fue uno de los primeros objetos que empacó en su maleta de viaje. 

Falla no deja nada al azar y lo primero que hace es alistar todos sus implementos deportivos. Antes de ir a Londres pasó por California para retirar un cuadro (armazón) nuevo de bicicleta, pintado con los colores de la bandera ecuatoriana.

Prefiere llevar sus pedales desgastados y con algo de tierra, que estrenar unos nuevos en una competencia tan importante. El volante y las ruedas las lleva siempre consigo, al igual que el casco y todos los elementos de protección.

Antes de su clasificación a Londres 2012 pudo probar la pista en la que hoy competirá. Él y un grupo de corredores, que la organización  vio con posibilidades de clasificar a los Juegos, corrieron en el London Velopark. “Estuvimos en la pista para hacer comentarios sobre ella antes de los Juegos. Lo único que influye es el factor climático por las ráfagas de viento en la zona. Para contrarrestar eso tenían planificado construir otra tribuna. Pero en sí está lista para un espectáculo increíble”.

Sus padres, Eduardo Falla y Mireya Bucheli lo acompañarán nuevamente a los JJ.OO., tal como ocurrió en Beijing. Esta vez hicieron todo en tiempo récord, ya que Emilio se clasificó en una de las últimas pruebas y se apuraron con el trámite de la visa, que es lo más complicado para viajar hasta  Reino Unido.

“Es un apoyo enorme, sobre todo en la parte emocional y sentimental. Ellos fueron los que me vieron crecer en el deporte y han estado junto a mí, antes de que lleguen las empresas privadas para respaldarme. Yo haría lo mismo si tuviera un hijo que va a participar en un evento de esta magnitud”, precisó  Falla.

El bicicrosista tiene una buena relación con el resto de la delegación ecuatoriana, con la que ha compartido estos días en la villa olímpica; pero es más cercano al ciclista de ruta Byron Guamá. “Nos han concentrado juntos en varias ocasiones; lo conozco desde 2003. Tengo más cercanía con él por esa razón. Es un gran deportista en su especialidad”.

Hoy (09:00 hora Ecuador) Falla compite en los preliminares y espera llegar a semifinal y luego a la final, que serán el viernes. Solo está a 35 o 36 segundos de inscribir su nombre entre los mejores de su disciplina y espera alcanzar la perfección en su vuelta para estar en la ronda final.