En las aulas del Ecuador no solo se enseñan matemáticas y lenguaje. También se cargan miedos, duelos, violencias silenciosas y angustias que no siempre se ven. Tras nueve años de estancamiento, el Estado volvió a poner la salud emocional en el centro del sistema educativo con la contratación masiva de profesionales de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE).

Una deuda pendiente desde 2016

Entre noviembre de 2024 y noviembre de 2025, el Ministerio de Educación, Deporte y Cultura contrató a  2.460 nuevos profesionales DECE, algo que no ocurría desde 2016. Con esta decisión, el número total de consejeros en el sistema fiscal llegó a 5.451, duplicando prácticamente la capacidad de atención psicosocial en escuelas y colegios públicos.

La cobertura pasó del 29 % al 54,4 %, un salto que impacta de forma directa en 1,2 millones de estudiantes en todo el país.

USD 12,5 millones para prevenir antes que lamentar

El proceso implicó una inversión estatal de USD 12,5 millones, orientada a prevención, acompañamiento oportuno y atención de situaciones de riesgo psicosocial. Los DECE cumplen un rol clave frente a casos de violencia, consumo problemático, depresión, ansiedad, abandono escolar y vulneración de derechos.

Además del trabajo dentro de las instituciones, el Ministerio emitió herramientas para el acompañamiento psicosocial extramural, que permite actuar cuando las alertas se originan fuera del aula.

La educación emocional entra al currículo

El refuerzo no se limita a contratar profesionales. El sistema educativo incorporó de forma transversal la educación socioemocional, con énfasis en habilidades como empatía, resiliencia, autorregulación emocional y toma de decisiones.

Uno de los pilares es el espacio de Cívica y Acompañamiento Integral en el Aula, que combina formación ética, participación democrática y manejo de emociones dentro de la jornada escolar. Aquí se habla de conflictos, se dialoga y se aprende a convivir, algo que no siempre cabe en un examen.

Guías, prevención y escuelas más seguras

Como parte de la estrategia, el Ministerio emitió la Guía práctica para el acompañamiento socioemocional, una herramienta que orienta la intervención ante señales de riesgo. El objetivo es claro: escuelas más seguras, menos violencia y estudiantes que no enfrenten solos lo que les pasa.

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— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) December 30, 2025