Cinco buques cisterna iraníes navegan hacia el Caribe. Una entrega que complace al presidente de Venezuela porque el país tiene escasez de gasolina desde marzo. Nicolás Maduro atribuye esta situación a las sanciones estadounidenses, que complican la compra de gasolina en el extranjero. Por lo tanto agradece a Irán su apoyo.

Washington ve este acercamiento de forma negativa porque ambos países son objeto de sanciones.

El líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, también condenó la entrega, que según él fue pagada con oro extraído ilegalmente de las minas del sur de Venezuela.

Todo esto suscita el temor en Caracas de que Estados Unidos haga todo lo posible para bloquear los barcos iraníes, incluso desplegó una flota militar frente a las costas venezolanas a principios de abril para una operación antidrogas en el Caribe.

El representante de Caracas ante Naciones Unidas, Samuel Moncada, denunció ante el Consejo de Seguridad que cualquier ataque a los buques “constituiría una agresión armada real”, no solo contra Teherán sino también contra su país.

“Estamos listos para lo que sea y cuando sea”,  advirtió Maduro en una transmisión de la televisión estatal en la que agradeció el apoyo de su aliado de Medio Oriente.

Su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, aseguró que los navíos iraníes serán escoltados por el ejército en cuanto entren en aguas venezolanas. Irán también advirtió que Washington sería responsable de las consecuencias de un posible bloqueo.

Los tanqueros Fortune, Forest, Petunia, Faxon y Clavel, que cargan alrededor de 1,5 millones de barriles de combustible, cruzaron por el Canal de Suez a mediados de mayo, según datos de Refinitiv Eikon que muestran que deberían llegar a Venezuela entre fines de este mes y principios de junio.

Irán expresa abiertamente su respaldo a Maduro, apoyado por Rusia, China, Turquía y Cuba. (I)