El primer ministro turco, Binali Yildirim (foto), afirmó ayer que su país no enmendará su legislación antiterrorista, una condición fijada por la Unión Europea (UE) para aplicar la exención de visado a los ciudadanos turcos para su entrada al espacio Schengen.

“Cualquier tipo de retroceso en nuestro combate contra el terrorismo está fuera de cuestión a causa de las circunstancias a las que nos enfrentamos”.

El funcionario agregó estas declaraciones en referencia a los múltiples ataques perpetrados en Turquía en los últimos meses, imputados al grupo yihadista Estado Islámico (EI) y a las milicias del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Ante la llegada masiva de migrantes a sus fronteras, la UE firmó en marzo un acuerdo con Turquía que prevé en particular una ayuda de 3.000 millones de euros para 

Ankara a mejorar la acogida de refugiados, así como contrapartidas políticas, como la aceleración del proceso de exención de visado para viajar a Europa a los ciudadanos turcos.

Pero esta cláusula choca con el rechazo de la nación a suavizar su legislación antiterrorista, uno de los 72 criterios fijados por Bruselas.

El Gobierno turco afirmó que está fuera de toda cuestión suscribirse a esta demanda en momentos que el país enfrenta la reanudación violenta del conflicto kurdo.

Ankara emprendió la semana pasada una operación militar en el norte de Siria, tomando como objetivo a la vez el Estado Islámico y las milicias kurdas.

Turquía mantiene un conflicto en su propio territorio con el PKK, al que considera una organización “terrorista”, que realiza con frecuencia ataques contra las fuerzas de seguridad locales en suelo turco. (I)