Ecuador, 19 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

The Guardian desafía al Gobierno por caso Snowden

The Guardian desafía al Gobierno por caso Snowden
10 de octubre de 2013 - 00:00

El editor del periódico británico The Guardian, Alan Rusbridger, desafió  ayer al gobierno de David Cameron, al indicar que su matutino publicará más revelaciones del extécnico de la CIA, el estadounidense Edward Snowden, a pesar de que los servicios secretos ingleses MI5 advirtieron que dichas publicaciones ponen en peligro la seguridad nacional de Gran Bretaña.

Rusbridger indicó que el diario está en todo su derecho de publicar documentos filtrados por Snowden, ya que esa información ha ayudado a iniciar un debate público sobre el alcance de los programas ilegales de espionaje tanto de Estados Unidos como del Reino Unido.

El editor del “Guardián” le respondió directamente al flamante jefe del MI5, Andrew Parker, quien este martes en una ponencia en el Instituto Real de Servicios Unidos (RUSI) de Londres dijo que las revelaciones publicadas por el diario facilitan ataques de grupos terroristas en Gran Bretaña. "Hacer públicas las técnicas de los servicios de Inteligencia le da a los terroristas una gran ventaja", dijo el directivo.

En su ponencia, Parker sostuvo que la agencia británica de espionaje GCHQ jugó un rol vital a la hora de detener actividades de terroristas en el país en la última década. “Causa un daño enorme hacer público las técnicas del GCHQ. Los terroristas están ahora utilizando métodos de comunicación muy sofisticados, desde correos electrónicos y telefonía IP, hasta comunicaciones in-game, redes sociales, chat-rooms, servicios anónimos y todo tipo de aplicaciones para telefonía celular", agregó.

Según Parker, es vital que el MI5 siga teniendo la capacidad de acceder a información "siempre que sea para proteger al país".

Snowden, un extécnico de la CIA norteamericana, fue refugiado en Rusia tras haber obtenido más de 58.000 documentos secretos de la GCHQ.

Los reportes que publicó The Guardian en base a esas filtraciones provistas por Snowden, revelaron la extensa práctica de los servicios secretos británicos y estadounidenses para monitorear comunicaciones privadas, todo ello con el aval de compañías multinacionales como Microsoft, Google y Yahoo.

Rusbridger, acusado por Parker de poner en peligro la seguridad nacional, se mostró muy desafiante, y dijo que los artículos que saldrán en su diario "serán escritos de forma responsable y estarán bien trabajados".

Además, acusó al MI5 y a otras agencias de espionaje de tratar de mantener la información en secreto y evitar que se debata sobre el asunto. "Ellos no quieren que la prensa o ninguna persona escriba sobre el asunto. Pero el MI5 no puede ser la única voz en el debate", dijo Rusbridger en una entrevista con la radio de la BBC.

El editor del “Guardián” agregó que su periódico "reveló de qué forma poblaciones enteras han quedado bajo vigilancia constante". "Recién vengo de Estados Unidos donde todo el mundo habla del asunto, desde el presidente hasta el hombre de a pie. Es sorprendente que solo un escaso número de parlamentarios británicos haya hablado en contra del secretismo de Estado", sostuvo.

"Así que si el Parlamento no va a meterse en la discusión, y tampoco las cortes, es fundamental que la prensa ocupe un lugar de discusión", continuó. Tras ser preguntado sobre la afirmación del jefe del MI5 acerca de que la publicación de los documentos de Snowden ayuda a los terroristas, Rusbridger respondió:

"Ellos siempre dirán eso. Lo mismo pasaba en los años 90 cuando las agencias de espionaje trataban de mantener todo en secreto".

DATOS

En septiembre pasado el periodista Glenn Greenwald, de The Guardian, alegó tener entre 15.000 y 20.000 documentos aún no divulgados y que recibió del extécnico de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos, Edward Snowden, que está asilado en Rusia.

El compañero del periodista de The Guardian, David Miranda,  fue retenido  en el aeropuerto de Heathrow durante casi nueve horas por las autoridades británicas cuando se disponía a viajar a Río de Janeiro. Fue liberado sin cargos, pero  le confiscaron los dispositivos electrónicos que llevaba.

Contenido externo patrocinado