El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó ayer que el canal de enlace entre los militares rusos y estadounidenses en Siria -para evitar incidentes- está activo. El anuncio se dio mientras se espera un posible ataque de Estados Unidos contra el país árabe.

Horas después del pronunciamiento de Peskov, los buques de la Armada rusa abandonaron el puerto sirio Tartus.

El presidente del Comité de Defensa de la Duma (Cámara de diputados) rusa, Vladimir Shamanov, informó: “En caso de amenaza de ataque los buques atracados uno junto al otro en el puerto salen a una zona de libre maniobra (mar abierto) para evitar que con un cohete sea destruido más de un barco”.

Shamanov subrayó que esa es una práctica habitual y que su objetivo es garantizar la supervivencia de los buques, tanto de superficie como de submarinos.

De acuerdo con el diario Kommersant, el detonante de esta decisión fue el anuncio realizado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que lanzaría en cualquier momento un ataque con misiles contra Siria.

Este pronunciamiento se da en el marco de la declaración de que el Gobierno sirio tomó el control de Duma, ciudad a la que Trump atribuye la autoría de un ataque químico el pasado fin de semana. Sin embargo, los médicos rusos que fueron al lugar no encontraron rastros de agentes químicos.

La reconquista del gobierno de Bashar al Asad sobre Duma, en la región de Guta Oriental, en las afueras de Damasco, representa  el final de la guerra entre el presidente sirio y los grupos rebeldes que se oponen a su mandato y que son respaldados por Estados Unidos.

Por otra parte, aunque algunas ciudades pequeñas del país permanecen bajo control de la oposición, ninguno es tan simbólico como el Guta del Este.

La salida de los rebeldes
Más de 13.000 rebeldes del Ejército del Islam y sus familias salieron de Duma en los últimos días bajo los términos de un acuerdo.

Rusia, aliada del Gobierno sirio logró un pacto con el grupo de rebeldes el Ejército del Islam, que controlaba esta urbe. El mismo también contempla que el Ejército del Islam entregue sus armas medianas y pesadas, y que se ice la bandera siria en las instituciones de Duma.

La última ciudad que quedaba por rendirse en la región era Duma, donde el Ejército del Islam y Rusia llegaron a un acuerdo el domingo pasado después de que las tropas fieles al Gobierno de Damasco reanudaran su ofensiva dos días antes por el estancamiento de las conversaciones.

Las advertencias
“Nunca dije cuándo se llevaría a cabo un ataque contra Siria. ¡Podría ser muy pronto o no tan pronto!”, tuiteó el presidente Donald Trump.

Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, informó ayer a los periodistas que Rusia observa de cerca las declaraciones de Trump.
“Seguimos creyendo que es extremadamente importante evitar cualquier paso que pueda conducir a un aumento de las tensiones en Siria”, indicó Peskov.

Las autoridades rusas en los últimos días advierten sobre la posibilidad de una confrontación militar directa con Estados Unidos como resultado de un ataque.

De acuerdo con Moscú, cualquier agresión con misiles que ponga en peligro la vida de un ruso tendrá como consecuencia que Rusia devuelva los ataques a los misiles, los aviones o barcos que los lanzan. (I)

El grupo de portaaviones Theodore Roosevelt que transita por el mar del sur de China efectúa un ensayo en la región.

Evacuación
Los pactos de rendición
Los efectivos progubernamentales avanzan, mientras que Rusia negocia con las facciones islamitas que había en Guta Oriental para lograr acuerdos de la evacuación de los combatientes y civiles, en la práctica son pactos de rendición.
     
42 muertos dejó el supuesto ataque químico del 7 de abril, que EE.UU. le atribuye al Gobierno sirio.    

El Observatorio sirio
Pese al anuncio de Moscú de que el Ejército sirio dominaba Duma, las Fuerzas Armadas nacionales no ingresaron al territorio, explicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. (I)