Todo indica que robó, huyó y lo pescaron. Desde que detuvieron a José López, exfuncionario kirchnerista vinculado a la obra pública argentina, cuando intentaba ingresar $ 9’000.000 de procedencia dudosa en bolsos comunes en un convento religioso, el caso suma a diario ribetes insólitos.

La novedad que dejó a todos boquiabiertos es que las monjitas que lo ayudaron a ocultar el dinero no lo son y que una de ellas, que ya festejó más de 90 cumpleaños, lidera el grupo.

Este increíble giro de folletín acaparó la atención pública en las últimas horas, más allá de la investigación judicial en curso y de las consecuencias del escándalo en el escenario político. Lo cierto es que las monjas no son monjas, sino un grupo de “mujeres consagradas” autorizado, a través de una asociación de fieles, a funcionar como lo hacía. Eso significa que no hay una congregación religiosa que las respalde, sino una asociación privada regida por el derecho canónico (cánones 321/326), en este caso llamada ‘Monjas Orantes y Penitentes’.

“En lo técnico no son monjas, pero sí religiosas que dedican su vida a Dios”, explicó a EL TELÉGRAFO el diácono Ricardo Carrizo, miembro de Curas de la Opción por los Pobres. Además, puntualizó que “son mujeres consagradas a la Virgen de Fátima que cumplen votos y requisitos y que tienen un reglamento interno”. El obispo que formó esta asociación de fieles es Héctor Di Monte, arzobispo de Mercedes, Luján (provincia de Buenos Aires), pero falleció el pasado 18 de abril, por lo tanto, su aporte a la investigación es imposible.

El detalle de su muerte no es menor, ya que cuando trascendió que en el convento donde viven las religiosas había bóvedas para ocultar el dinero de López, desde la Iglesia, diversas fuentes, aclararon que eran tumbas para los fundadores y obispos de la zona, desocupadas aún porque Di Monte acababa de morir. En el convento, en la habitación donde dormía el fallecido arzobispo la justicia federal encontró documentación que demuestra que la relación del cura con López había cumplido una década.

Esos documentos ponen en evidencia que López conocía muy bien el lugar donde intentaba esconder los $ 9’000.000. Además, en esos papeles se repiten los nombres de Di Monte y de las hermanas superioras Inés Aparicio y Alba Día de España Martínez Fernández, quien será sometida a estudios del Cuerpo Médico Forense antes de que el juez decida si la convoca como sospechosa, ya que tiene 94 años.

El ‘caso López’, como lo llama la prensa local, con sus bolsos llenos de billetes, un arma larga, monjas que no son monjas y una anciana al frente de un convento, se convirtió en una novela por entregas tanto para la prensa gráfica como para los canales de noticias locales.

En general, el seguimiento del caso acapara más páginas y más tiempo en los medios alineados con el Gobierno Nacional que en el resto. La administración macrista intenta hacer pie en esta y otra seguidilla de denuncias de corrupción contra ‘funcionarios k’, mientras continúa el ajuste en la economía y se acumulan los despidos.  

Lo cierto es que hace un mes, apenas detuvieron a López, el Arzobispado de Mercedes-Luján emitió un comunicado aclarando que las mujeres integran una “asociación privada de fieles cuyo gobierno es autónomo”. El dato había quedado en el olvido hasta que el Arzobispado en cuestión decidió abrir una investigación sobre el tema, en sintonía con la inspección ocular que ordenó el juez federal Daniel Rafecas.

La pesquisa paralelamente la encabezará un sacerdote palotino para saber si hubo violaciones al derecho canónico.

“La investigación se realizará lo antes posible, de modo de tomar las medidas pertinentes que dispone el derecho”.

El arzobispo de Mercedes, Luján, monseñor Agustín Radrizzani, informó que la tarea estará a cargo del sacerdote de la comunidad palotina Tom O’Donnell, asistido por el rector de la Basílica de Luján, padre Daniel Blanchoud, como notario.

En una captura de video difundida hace días se ve claramente cómo López, con ayuda de una religiosa, introduce los bolsos con el dinero en el Monasterio de Monjas Orantes y Penitentes de General Rodríguez (provincia de Buenos Aires) con tranquilidad. A la derecha de la puerta hay un arma de gran tamaño que el exfuncionario del Ministerio de Planificación y Obras Públicas portaba con papeles vencidos. Se trata de una carabina semiautomática de calibre 5,5 mm (Sig Sauer 522LR) de origen suizo.

Por la portación ilegal del fusil, el exsecretario fue procesado con prisión preventiva por el juez de Morón, Gabriel Castro. El procesamiento complica más a López acusado también de enriquecimiento ilícito.

Por estas horas, la justicia intenta reconstruir el hecho y analizar la responsabilidad de las religiosas para saber si mintieron cuando aseguraron que no sabían qué contenían los bolsos.

También se busca determinar qué papel jugó la monja que aparece en la filmación ayudando a López a entrar el dinero en el convento en esta novela por entregas. Hasta ahora la investigación judicial no aportó ningún dato relevante sobre el origen de los fondos, la gran pregunta del caso. (I)