El nuevo presidente del Gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, prestó juramento ayer ante el rey Juan Carlos I, a quien  después tenía previsto transmitirle su secreto mejor guardado: la composición del gobierno que llevará a cabo sus medidas de austeridad contra la crisis.

“Juro cumplir  las obligaciones del cargo de presidente de gobierno con lealtad al rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado”, proclamó Rajoy con una mano sobre la Constitución y la otra sobre la Biblia. El líder conservador, de 56 años, reemplaza así al socialista José Luis Rodríguez Zapatero, de 51, que gobernaba el país desde 2004 y cuyo partido sufrió un grave revés electoral.

Considerando que nuevas reformas son tan necesarias como urgentes, Rajoy aseguró el lunes que las grandes prioridades de su régimen serán estimular el crecimiento y la creación de empleo en un país con casi cinco millones de desempleados (21,52%) y bajo la amenaza de una nueva recesión.

El nuevo ejecutivo entrará en funciones  hoy  y mañana celebrará su primer consejo de ministros, aunque en el siguiente, el del 30 de diciembre, tomará las primeras medidas urgentes en materia presupuestaria.

En el debate de investidura ante el Parlamento, Rajoy anunció nuevos recortes en el sector público en 2012, por el valor al menos de 16.500 millones de euros, para intentar contener el déficit. AFP