Casi medio millón de independentistas encabezados por el presidente  de la Generalitat, Carles Puigdemont, manifestaron la tarde de ayer en Barcelona al grito de “¡libertad!” e “independencia” después de que el gobierno central de Mariano Rajoy anunció su decisión de cesar al ejecutivo catalán, amparado en el artículo 155 de la Constitución.

Las medidas en aplicación de dicho artículo para restaurar el orden constitucional y el estatuto contienen: convocar a elecciones adelantadas en Cataluña en un plazo de 6 meses; cesar al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; al vicepresidente, Oriol Junqueras, y a todos sus consejeros; que la administración catalana actúe bajo las directrices de los ministerios; y dar capacidad de veto al Ejecutivo central frente a cualquier iniciativa aprobada en el Parlamento, que estará abierto pero no podrá proponer candidato a la presidencia.

Aunque la sociedad catalana se encuentra dividida en partes aproximadamente iguales entre quienes quieren la independencia o no, la noticia sobre la intervención del Gobierno español en la administración catalana le disgusta a los no independentistas.

Un ejemplo, es la alcaldesa de la ciudad, Ada Coalu, quien publicó en Twitter: “Rajoy ha suspendido el autogobierno de Cataluña por el que tanta gente luchó. Un grave ataque a los derechos y libertades de todos, aquí y en todas partes”.

El presidente catalán que encabezó la marcha pero no habló durante el evento. Sin embargo, tenía previsto pronunciarse ayer en la noche. (I)