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Serial killer de felinos fue condenada a 17 años de prisión en Sao Paulo

Serial killer de felinos fue condenada a 17 años de prisión en Sao Paulo
08 de abril de 2018 - 00:00 - Pablo Giuliano. Corresponsal desde Sao Paulo, Brasil

El detective particular brasileño Edson Criado se topó con un caso único en su carrera: casi siempre era contratado para descubrir infidelidades en la ciudad de Sao Paulo o vigilar a algunos hijos de millonarios, blancos de secuestros en la ciudad más grande de Sudamérica.

Pero su vida cambió completamente cuando llevó a cabo la investigación que logró descubrir a la mayor asesina serial de animales de la historia de Brasil.

Es el caso de Dalva Lina da Silva, quien se presentaba en Facebook como una incondicional protectora de animales. Sus fotos eran dominadas por gatitos amables que reciben más clics en las redes sociales, como Facebook.

Pero con el paso del tiempo fue descubierta como la primera asesina serial de animales de Brasil. Los investigadores sospechan que torturó y mató a más de 4.000 gatos, muchos de ellos crucificados, arrojados luego en bolsas de basura a las calles de la ciudad de San Pablo.

La “serial killer de gatitos”, como la llama la policía, fue condenada a 17 años de prisión. La investigación sobre la dama buena, que adoptaba gatitos en el tranquilo barrio de Vila Mariana, de familias de clase media en Sao Paulo, fue iniciada por otra usuaria de las redes sociales.

Ella estaba curiosa por saber cuáles eran los motivos por los que Dalva siempre estaba dispuesta, en diferentes grupos de la red social, a adoptar gatos.

Dalva, casada con un médico y con una casa grande, solía ofrecer públicamente su espacio sobrante y su tiempo para cuidar a los gatos. A cambio, cobraba el equivalente a $ 10 para quien quisiera deshacerse de los felinos.

Adote um Gatinho (adopte un gatito) se llama la principal Organización No Gubernamental que cuida a los felinos mascotas de Brasil. La fundadora de esa agrupación, Juliana Bussab, conocida activista protectora de animales fue la usuaria de Facebook que  comenzó a desconfiar de la “serial killer de gatitos”.

Dalva aparecía mencionada por decenas de personas que ya habían entregado su animal a ella, quien supuestamente los castraba y desparasitaba para darles un abrigo seguro. También recibía a perros pequeños.

Así, a fines de 2011, Bussab  miraba con recelo la amabilidad de Dalva. Los vecinos  contaban, sea por redes sociales en su propia organización, que le habían dado algunos gatos sin suerte a la mujer de la casa grande en Vila Mariana. 

“Ella cobraba para adoptar el animal en su casa. Decía que los vacunaba y los castraba y que luego los llevaba a su hacienda, en el estado de Paraná”, declaró la activista.

Fue entonces que la gran presencia de Dalva en las redes sociales ofreciendo su casa para abrigar a las mascotas llevó a Bussab a contratar a un detective privado.

El elegido fue Edson Criado, un detective especialista en infidelidades. Entre diciembre de 2012 y enero de 2013, Edson pasó 22 días frente a la casa de Dalva, viendo como la gente dejaba a sus gatos.

“Por las noches se escuchaban los gritos de los gatos. Hasta que después de 22 días, una noche de lluvia, yo estaba de guardia en frente de la casa y la vi sacando bolsas grandes llenas de gatos muertos, abrazados”, dijo a EL TELÉGRAFO.

Ella no salía nunca y cuando ya no podía mantener los restos en su casa los distribuía por todo el barrio como basura común”, contó.

Tal como Phillipe Marlowe, el personaje de ficción del escritor Raymond Chandler, Edson anotaba cada detalle en su libreta, tomaba fotografías dentro de su automóvil y logró esclarecer el caso que lo hizo famoso en Brasil entre los detectives.

El descubrimiento sirvió como prueba: Edson hizo la denuncia a la policía y la mujer fue detenida. Había, en las bolsas, unos 40 gatos. Luego, se supo que la mujer se dedicó durante 10 años a lo mismo.

En un caso también extraño a la jurisprudencia brasileña, la asesina serial fue condenada en 2015 a 17 años de prisión por violar la Ley de Defensa de los Animales.

Pero logró un recurso para permanecer en libertad. Cuando la Cámara de Apelaciones ratificó el fallo,  Dalva ya estaba prófuga. Fue detenida en febrero pasado, cuando una cajera del Banco do Brasil la reconoció cambiando un cheque.

Pero ¿cuáles son las motivaciones de alguien que mata mascotas?, se pregunta el detective más famoso de Brasil.

“Después de  algún tiempo logré atar cabos y ella hacía eso para ganar dinero. Cobraba  para recibir los animales y participaba de un ritual de magia negra. Las pericias comprobaron que ella le sacaba la sangre a los animales para venderlos como sangre humana a sectas que hacen rituales. Eso es lo que yo creo que era la motivación”, señaló.

Para la psicología, el caso de la “serial killer de gatos” de Brasil es un clásico caso de psicopatía, como explicó a este diario el psicólogo Eustaquio Andreotti, de Sao Paulo.

“Hay que estudiar la historia inicial de Dalva. Es un claro caso de una psicópata. El psicópata no forma vínculos afectivos y son muy inteligentes dando argumentos para lograr su cometido”.

Para él, es probable que Dalva haya tenido algún conflicto con los gatos, un odio no resuelto.

“Es probable que durante su niñez una mascota en la casa de familia haya sido su competencia de cariño frente a los padres”, agregó el psicólogo.

“Ahí puede radicar el problema de rechazo y odio que sustentan la psicopatía”, explicó el especialista. (I)

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