Las autoridades italianas difundieron este martes las nacionalidades de los 29 desaparecidos tras el accidente del crucero Costa Concordia. Entre ellos hay una ciudadana peruana.

Hasta hoy se había hablado de 16 desaparecidos, pero anoche, el comandante general de la Capitanía de Puerto, Marco Brusco, habló de 29 personas que aún no habían sido localizadas.

Nunca se había comunicado oficialmente las nacionalidades y los datos que se tenían procedían de las embajadas que alertaban sobre que faltaban algunos de sus compatriotas.

Según los datos de hoy, los desaparecidos que formaban parte de la tripulación son la peruana Erika Soria, de 26 años, que trabajaba como camarera en el crucero y a la que vieron saltar a una de las lanchas, pero después no se han vuelto a tener noticias suyas.

También formaban parte del personal del Costa Concordia, un húngaro que trabajaba como bailarín, el músico italiano Giuseppe Girolamo, que tocaba en uno de los restaurantes en el momento del impacto, y un indio.

Además otros cinco italianos identificados como William Arlotti y su hija de 5 años, Maria DIntrona, Maria Grazia Trecanico y Lucia Virzi.

En la lista también están cuatro franceses, catorce alemanes y los estadounidenses Gerrald Heil, de 69 años, y su mujer Barbara, de 70.

En tanto que las tareas de rescate seguirán hoy debido a que la situación del mar está más tranquila. Ayer habían sido suspendidas por el mal tiempo y oleaje.

Hasta el momento se han recuperado seis cadáveres, entre ellos el del peruano, Thomas Alberto Costilla Mendoza, de 50 años, y del español, Guillermo Gual, de 68 años.

El crucero Costa Concordia naufragó el pasado viernes frente a las costas de la isla italiana del Giglio. Según la compañía naviera el accidente ocurrió por un "error humano" del capitán.

Capitán abandonó crucero

Una conversación telefónica entre el capitán del crucero y la Capitanía de Puerto, publicada hoy en la prensa italiana, desvela que este abandonó el barco antes de que se evacuara a todos los pasajeros y no volvió a pesar de que se le ordenó regresar.

La prensa italiana transcribe hoy varias conversaciones entre el capitán Francesco Schettino, de 52 años, y la Capitanía de Puerto que revelan además que se ocultó también el motivo del naufragio.