Una nueva masacre se registró en el departamento del Cauca colombiano, después de que se encontraron los cuerpos sin vida de cuatro personas en zona rural de la vereda Santa Elena de Corinto (Cauca) y uno más en la vereda Guasanó, de Caloto, municipio vecino.

Es la segunda masacre que ocurre en el Cauca esta semana, después de que el lunes disidencias de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entraran a un resguardo indígena y asesinaran a cinco miembros de la comunidad, entre ellos una autoridad nasa.

Las autoridades investigan si las dos masacres están relacionadas, pero ya se descartó que las nuevas víctimas pertenezcan a la etnia Nasa, predominante en el Cauca.

Así lo manifestó a Semana el líder indígena Eduin Mauricio Capaz Lectamo, quien aseguró que en la vereda Santa Elena de Corinto, hombres armados atacaron a cuatro personas y huyeron hacia la zona de la montaña en un vehículo.

Las primeras versiones apuntan a que estas cuatro personas pertenecían a un equipo de ingenieros que hacían “labores de topografía” en la zona, como informó el Ejército por medio de un comunicado.

Para su trabajo utilizaban drones de reconocimiento en una zona con alta presencia de cultivos ilícitos que pertenecen a los distintos grupos narcotraficantes que operan en el sector.

Las autoridades señalan como responsables a las disidencias de las FARC quienes habrían abordado a los ingenieros, robado sus equipos técnicos y la camioneta tipo Nissan Frontier antes de asesinarlos.

“Rechazamos el vil asesinato de cinco personas en Corinto, Cauca”, dijo el ministro de Defensa, Guillermo Botero.

El Cauca es una de las regiones más complejas de Colombia. Aquí bandas criminales, como el Clan del Golfo o los Caparrapos, se disputan el control de las rutas del narcotráfico. El presidente Iván Duque reforzó esta semana la zona con 2.500 militares. (I)