Uno de los retos que deben superar el Tribunal Supremo Electoral y los partidos políticos, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que celebrará mañana El Salvador, es incentivar al casi 47% de los votantes que no llegó a las urnas el pasado 2 de febrero, indicó ayer Gustavo Fernández, jefe de la Misión de Observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).

“Uno de los puntos en los que hay que tener más interés es llamar la atención del ciudadano sobre la significación que tiene su participación en el acto electoral”, recomendó el jefe de la misión, según el diario local El Mundo.

Fernández destacó que luego de la primera vuelta electoral, la misión de la OEA hizo hincapié en la necesidad de lograr una mayor participación ciudadana, ya que un alto nivel de abstención puede debilitar el proceso democrático.

Los salvadoreños acudirán mañana a las urnas, en segunda ronda, para elegir entre ratificar en el gobierno a la izquierda, favorita en todas las encuestas, o volver a la derecha, para enfrentar los problemas de pobreza y violencia.

En este balotaje, Salvador Sánchez Cerén, de 69 años, candidato del oficialista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y actual vicepresidente del país, enfrentará al alcalde de San Salvador, Norman Quijano, de 67 años, quien aspira a devolver a la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) el poder que ejercía desde hacía más de dos décadas.