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El Telégrafo
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La ONU se opone a la separación

Los kurdos presionan a Irak con un referéndum

Kurdos iraquíes, con una bandera de la región, marchan a favor del referéndum de independencia en Erbil.
Kurdos iraquíes, con una bandera de la región, marchan a favor del referéndum de independencia en Erbil.
Foto: AFP
19 de septiembre de 2017 - 00:00 - Redacción y Agencia AFP

Erbil, Irak.-

Los kurdos de Irak prevén votar el 25 de septiembre por la independencia, pero para los expertos este referéndum es más un medio para renegociar con Bagdad la participación de los kurdos en la economía y la política que el inicio de la partición del país.

Masud Barzani, presidente de esta región autónoma del norte de Irak, anunció en junio pasado la fecha de este referéndum que Bagdad no reconoce.

En cuanto lo hizo, llegaron llamados desde el extranjero para que se anulara la votación. Sin embargo, ya en julio, el representante de Erbil en Teherán, Nazem Dabbagh, afirmó que el referéndum apuntaba más a “solucionar los problemas con Irak” que a “separarse”.

Solo Israel afirma apoyar la independencia del Kurdistán. Los países vecinos, Washington y otras potencias defienden que el Kurdistán, una región autónoma desde 1991, solucione sus discrepancias con Bagdad sin separarse de Irak, donde los yihadistas tienen 2 bastiones.

El ministro británico de Defensa, Michael Falon, viajó a Erbil ayer  para reiterar la oposición de Londres a la consulta, mientras que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentó “alternativas” a Barzani.

Al mismo tiempo, el tono se endureció entre Bagdad y la región autónoma, con la decisión de la Corte Suprema iraquí, la más alta instancia judicial del país, de suspender el referéndum.

“Hemos recibido varias querellas y por eso hemos decidido que había que suspender el referéndum”, dijo por su parte el portavoz de la Corte, Ayas al Samuk.

Pero Masud Barzani parece decidido a mantener la presión para reforzar su posición frente a Bagdad y a sus oponentes.

En Kurdistán, electores y políticos no discuten tanto por la idea de un Estado -sueño anhelado hace mucho tiempo- como por el calendario escogido que busca, según los detractores del presidente, mantener en el poder a Barzani, cuyo mandato expiró hace dos años.

Crisis económica

Otros, como Turquía, preocupada por la posibilidad de que Erbil suscite veleidades separatistas en su minoría kurda, amenazaron a Kurdistán, mencionando que tendrían que pagar “un precio” si ganaba el sí en el referéndum.

Barzani advirtió que el resultado no conduciría a una declaración de independencia, sino, más bien, al inicio de unas “conversaciones serias” con Bagdad.

Pues, mientras que todavía quedan en suspenso multitud de cuestiones espinosas, “Masud Barzani quiere ganar ventaja en todos los frentes”, explicó Karim Pakzad, del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas de París.

Barzani reclama un mayor papel político y económico, así como el reconocimiento del derecho de los kurdos a explotar y exportar el petróleo del norte. Y de Estados Unidos espera más ayuda, especialmente militar, mencionó este especialista en Irak.

La petrolera estatal rusa Rosneft negocia con autoridades del Kurdistán iraquí la construcción de gasoductos para exportar gas a Turquía.

El gobierno local lleva meses “afirmando que hay una crisis” y ha reducido el sueldo de los funcionarios, indicó Nozad Mohammed, profesor en Suleimaniya. “Me pagan 1’200.000 dinares iraquíes (unos $ 1.027) pero ya no recibo más que 400.000 ($ 341)”, lamentó.

La prioridad de Erbil es renegociar, desde una posición de fuerza, “la partida del Kurdistán en los presupuestos nacionales, bloqueada actualmente a causa de la exportación unilateral del petróleo por parte de la región autónoma sin pasar por Bagdad, y el presupuesto de los peshmergas (combatientes kurdos)”, detalló Pakzad.

Otro gran tema por tratar son las zonas que Erbil y Bagdad se disputan, en función del peso demográfico de árabes y kurdos.

Kurdistán ya amplió de facto su territorio y los peshmergas tomaron el control de zonas que están fuera de sus fronteras, aprovechando el retroceso de los yihadistas en el norte de Irak. (I)

DATOS

Situada en el norte montañoso de Irak, el Kurdistán iraquí tiene más de 4,5 millones de habitantes -entre el 15% y 20% de la población iraquí-, la mayoría es de kurdos, aunque también alberga una minoría turcomana.

Sus lenguas oficiales son el kurdo y el árabe. Su religión mayoritaria es el islam sunita.

El Kurdistán es integrado por tres provincias, como Dohuk, Erbil y Solimania, pero los kurdos iraquíes reclaman otros territorios a Bagdad, especialmente la provincia petrolera de Kirkuk, que produce alrededor de 500.000 barriles de petróleo diarios.

Esta zona, cuya capital es Erbil, se convirtió en una región autónoma en virtud de la Constitución iraquí de 2005, que instauró la República federal.

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