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Edward snowden ya había denunciado antes que decenas de sospechosos murieron en estos programas secretos de la cia

“Los estadounidenses torturaron a inocentes y ahora dicen que se equivocaron” (Infografía)

“Los estadounidenses torturaron a inocentes  y ahora dicen que se equivocaron” (Infografía)
12 de diciembre de 2014 - 00:00 - Agencias y redacción

“He sido torturado (...) sin razón alguna, mi vida ha sido arruinada. ¿De qué me sirve entonces ese informe?”, se lamenta Kamil Shah, al referirse al informe senatorial publicado el martes, sobre las brutales torturas infligidas por la CIA a presos sospechosos de tener vínculos con Al Qaeda en lugares secretos de 50 países.

El pakistaní fue encarcelado y acusado de terrorismo por agentes de la CIA en Bagram, una prisión militar del norte de Kabul (Afganistán), denominada el ‘Guantánamo afgano’, cuando tenía 17 años.

De sus años en Bagram, Kamil Shah recuerda una mezcla de torturas violentas y no violentas, la falta de luz, los golpes de sus carceleros, los interminables interrogatorios durante 9 o 10 horas, las torturas con electricidad.

“A veces, traían perros, y me decían que si no les decía la verdad, me lanzarían en medio de ellos”, relató.

“¿Qué cambia para nosotros el informe? ¿Acaso Estados Unidos va a darnos indemnizaciones?”, se pregunta el pakistaní Kamil Shah, al detallar por teléfono sus 5 años de padecimientos en Bagram, entre 2004 y 2009.

“Los estadounidenses detuvieron a inocentes, los pusieron en celdas sin luz y los torturaron durante 5 o 10 años, y ahora dicen que se equivocaron”, se queja Kamil, que hoy ha regresado a su región del norte de Pakistán. Ayer el Departamento de Defensa de Estados Unidos afirmó que cerró la prisión de Bagram y que ya no tiene detenidos en custodia en Afganistán. El centro de detención tuvo hasta 3.000 prisioneros en un limbo legal.

Reza al-Nayar, de nacionalidad tunecina, ha sido el último reo de esta prisión y uno de los más antiguos. Fue capturado en mayo de 2002 como sospechoso de servir de guardaespaldas a Osama bin Laden. Su abogada, Tina Foster, confirmó que la transferencia de su cliente a las autoridades afganas fue hecha el martes. El nombre de Al-Nayar se encuentra en el informe emitido el martes por la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, en el que se denuncian las torturas y técnicas abusivas de interrogatorio empleadas contra supuestos terroristas.

El reporte del Senado describe cómo los detenidos fueron torturados durante días en la oscuridad, colgados de las manos, privados del sueño por más de 180 horas  manteniéndolos de pie o alimentados a la fuerza vía rectal, lo que suscitó reacciones de indignación y escándalo en el mundo.

Bruce Jessen (izq.) y James Elmer Mitchell son las ‘mentes maestras’ detrás del diseño del programa de tortura de la CIA. Foto: SDPnoticias.com

El resumen ejecutivo agrega que múltiples detenidos que fueron interrogados por la CIA fueron sometidos a las técnicas donde sufrían de alucinaciones, paranoia, insomnio y trataron de mutilarse.

Otra de las revelaciones del informe fue que “ninguna de las tácticas usadas significaron métodos seguros para obtener cooperación”. Es más, “muchos de los detenidos por la CIA fabricaron información ante la presión”.

Hasta antes de los ataques terroristas en 2011, la CIAya había concluido que los interrogatorios de tortura no servían para identificar posibles amenazas terroristas. Con la llegad de George W. Bush el discurso cambió y se empezaron a usar estas tácticas nuevamente.

Las mentes detrás del plan

El Gobierno de Estados Unidos pagó $ 81 millones a 2 sicólogos militares para que desarrollaran, mediante su compañía, los programas de tortura que empleó la CIA contra prisioneros sospechosos de terrorismo.

James Elmer Mitchell y Bruce Jessen, quienes trabajaron como psicólogos para la Fuerza Aérea,  fueron identificados como los autores intelectuales de las ‘técnicas de interrogación mejorada’, que incluyen ahogamiento y entierros simulados, bofetadas en la cara, privación del sueño o rehidratación anal.

Ninguno de ellos tenía experiencia como interrogador ni tenía conocimientos especializados de Al-Qaeda, antecedentes en la lucha contra el terrorismo, o cualquier experiencia cultural o lingüística relevante.

Ellos desarrollaron el programa Sobrevivencia, Evasión, Resistencia y Escape (SERE), el cual integra parte del entrenamiento que experimentan algunos militares estadounidenses para enfrentar la posibilidad de ser prisioneros de guerra.

Ante el asombro generado tras la revelación del informe, Mitchell, identificado en el reporte por el seudónimo de Grayson Swigert, dijo en una entrevista telefónica desde su casa en Florida que el reporte de la comisión de inteligencia del Senado revela solo parte de la realidad y presenta una narrativa falsa. Un acuerdo de confidencialidad le impide confirmar su participación o defenderse plenamente.  La propia agencia pagó $ 1 millón adicional para protegerlos a ellos y sus empleados de responsabilidades legales.

El doctor Charles A. Morgan, psiquiatra de la Universidad de New Haven, quien conoció a Mitchell y Jessen mientras estudiaban los efectos del estrés causado por la guerra en las tropas americanas, consideró que ellos “entendieron mal la teoría”.

Estudios de la Asociación Americana de Psicología analizaron que este tipo de técnicas, como la privación del sueño o el ahogamiento, hace a un sujeto más ‘colaborador’ pero también más susceptible a dar información errada. “Esencialmente están haciendo a la gente más confiable y más estúpida”, dijo Morgan.

El Senado de Estados Unidos cuestionó las certificaciones de ambos psicólogos y los acusa de violaciones a la ética profesional, reportó el World Bulletin.

El programa de la CIA fue autorizado secretamente por el gobierno de George W. Bush en 2002, después de un memorando firmado por el mandatario que autorizaba a la agencia a matar, capturar e interrogar a altos dirigentes de Al-Qaeda responsables del 11S. El plan se desarrolló hasta 2009 con  la colaboración de al menos 50 países, que prestaron su territorio para instalar prisiones secretas o para permitir la entrega, sin el debido proceso legal, de los sospechosos por terrorismo. El informe del Senado enfatiza en que la administración de Bush le dio más poderes y control a la CIA.

Datos

El Gobierno ecuatoriano condenó la tortura en todas sus formas, la que constituye una grave violación a los Derechos Humanos.

En un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ecuador llama la atención a la comunidad internacional para que estas violaciones no vuelvan a ocurrir. “Es importante que los Estados Unidos de América, país que se reconoce como parte del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y que actualmente tiene la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, adopte las medidas necesarias para proteger el acceso a la justicia de todas las víctimas y sus familiares, procesar a los responsables, y adoptar los mecanismos necesarios para garantizar el principio esencial de la no repetición de estos hechos”.

En el documento, Ecuador hace un llamado a EE.UU. para que firme y ratifique todos los tratados internacionales e interamericanos sobre Derechos Humanos.

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