El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Madrid, uno de los más influyentes en la dirección socialista de España, se descompone tras la enésima crisis interna en los últimos seis meses. La destitución de su portavoz en el Ayuntamiento de la capital, Antonio Miguel Carmona, se ha entendido en círculos críticos del partido como la más nítida advertencia de que los pactos con Podemos deben contar antes con el visto bueno del líder nacional, Pedro Sánchez.     

Obviamente, existen más motivos pero en el caso de la ciudad de Madrid, donde un político autárquico y espontáneo como Carmona no tardó ni dos minutos en rechazar la propuesta realizada por el Partido Popular (PP) de Esperanza Aguirre para evitar “la llegada de los “bolivarianos” al Gobierno municipal”, no contó con el respaldo de la ejecutiva federal.  

Desde entonces se encontraba en la cuerda floja pero ha sido ahora, tras la elección el pasado viernes de Sara Hernández como secretaria regional del partido, cuando fue apartado de toda responsabilidad municipal. Fue sustituido por Purificación Causapié, miembro de la dirección regional, que formó parte del equipo del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.   

Se trata del segundo cese traumático en medio año tras el del exsecretario general de los socialistas de Madrid y amigo personal de Carmona, Tomás Gómez.     

Sin embargo, este relevo no será sencillo. Carmona se ha rebelado contra la dirección del PSOE al anunciar que no renunciará a su acta de concejal “porque fui elegido por los ciudadanos”. Y aún fue más lejos al pedir a los militantes del partido que se organicen para cambiar una dirección regional “muy dividida” y que quiere “prescindir de la otra mitad”. La ocasión para sublevarse no tardará en llegar ya que los socialistas madrileños tienen previsto celebrar en septiembre un Congreso postergado desde que se produjo la polémica destitución de Tomás Gómez.

En una multitudinaria rueda de prensa, el ya exportavoz socialista también desveló que la ejecutiva que preside Pedro Sánchez le ha ofrecido “un puesto de senador” si accede a la renuncia del cargo de concejal y mantiene la discreción. Imposible en un hombre tan mediático y verbalmente incontenible como él. “Yo no tengo precio”, añadió antes de advertir a la dirección del PSOE de que “luchará para cambiar el partido”.

Fuentes socialistas indicaron a EL TELÉGRAFO que la decisión de destituir a Carmona se debe, en gran parte, a los “malos resultados obtenidos en las elecciones locales de mayo”. Pero aunque son los peores de la historia en la capital de España, la cuota de poder obtenida por los socialistas en el Gobierno de Madrid es la mayor desde hace más de dos décadas.

El pacto municipal con Ahora Madrid convirtió al Partido Socialista de Madrid (PSM) en el árbitro indiscutible de la gobernabilidad de la capital de España, algo que no lograban desde 1991, cuando el PP desbancó a los socialistas de la alcaldía. Esta decisión unilateral de Antonio Carmona sirvió para frenar, en parte, la caída en las encuestas del PSOE y que ahora, a tres meses de las elecciones generales, encabeza los sondeos de intención de voto en España. (I)