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La región africana de El Sahel sufre grave crisis alimentaria
Niamey.-
El conflicto en Malí, que ha provocado desplazamientos masivos hacia países vecinos ya frágiles, ha agravado la crisis alimentaria en la región africana el Sahel, calculándose que más de 18 millones de personas sufren por la falta de víveres en la zona.
“La crisis ha golpeado sin piedad”, declaró Musa Zakaria, un campesino de Tilaberi, en el oeste de Níger, desplazado por el hambre a la capital Niamey. Su esperanza es que las próximas cosechas, en septiembre, terminarán con la pesadilla.
En espera de las cosechas, el Sahel padece actualmente, según testimonios del lugar, lo más duro de esta crisis, causada por una mala producción el año pasado debido a lluvias insuficientes o irregulares.
El Sahel es una región africana situada debajo del desierto del Sahara, con una extensión de 4 millones de km2. Incluye el sur de Mauritania, Senegal, Malí, Argelia, norte de Guinea y Burkina Faso, Níger, norte de Nigeria y Camerún así como Chad, Sudán y Eritrea.
Tras las crisis de 2005 y 2010, que fragilizaron considerablemente tanto las poblaciones como el ganado, la Organización de Naciones Unidas (ONU) estima que más de 18 millones de personas están afectadas en la región, de los cuales 8,5 millones están en inseguridad alimentaria “severa”.
Níger, con seis millones de habitantes que carecen de alimentos, es uno de los más golpeados, pese a que fue uno de los primeros países en declararse en alerta.
La ONU calcula en $ 1.600 millones el dinero necesario para ayudar a estos países. De esta cifra ya se han entregado $ 1.007 millones. “Todavía falta dinero”, pero después de que la ayuda se incrementó en los últimos meses “la reacción de la comunidad internacional es relativamente aceptable”, estima Eric Hazard, miembro de la ONG Oxfam en África occidental.
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) busca ayudar a 10 millones de personas. “Un millón de niños severamente desnutridos serán atendidos este año”, lo cual es un récord “en la historia de las intervenciones humanitarias”, recalca Médicos sin Fronteras (MSF).
El ministro de Agricultura de Chad, Adum Djimet, asegura que la crisis está “bajo control”, pero para la Unicef la situación “sigue siendo crítica porque en nueve de las once regiones del país, más de 15% de los niños sufren de desnutrición aguda”, indica Josephine Ferro, una responsable de la agencia de la ONU. En la zona los precios de los víveres han aumentado y la especulación se agudiza.
La crisis en Malí, cuya parte norte cayó a fines de marzo en manos de grupos armados y se encuentra actualmente dominada por movimientos islamitas aliados a Al Qaeda en el Magreb Islámico (Aqmi), desestabilizó más la región.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el conflicto ha causado el desplazamiento de aproximadamente 160.000 personas dentro de Malí, y alrededor de 250.000 se han refugiado en países vecinos: 89.000 en Mauritania, 77.000 en Burkina Faso, 52.000 en Níger y 30.000 en Argelia.
“La crisis alimentaria en el Sahel se ha agravado con el conflicto en Malí”, que ha sido “un peso adicional para las comunidades locales”, que sufrían ya “para encontrar alimentos”, confirma Malek Triki, portavoz del PAM en África occidental.