El sueldo anual del rey Juan Carlos I de España en 2011, antes de las retenciones de impuestos, es 292.752 euros, de los que 152.233 corresponden a gastos de representación.

El sueldo del príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, heredero de la Corona, es 146.376 euros.

En total, la casa real española recibió este año de los Presupuestos Generales del Estado 8.434.280 millones de euros.

El secretario general de la Casa del Rey, Alfonso Sanz Portolés, presentó este miércoles a los medios informativos un detallado desglose de la asignación, datos que a partir de hoy serán públicos, a través de la página web oficial de la casa real.

La reina Sofía, la princesa Letizia, esposa del heredero de la Corona, y las infantas Elena y Cristina, hijas de los reyes, perciben este año unos gastos de representación anuales conjuntos de 375.000 euros.

Esta cantidad es fijada por el rey, quien también decide su distribución entre la reina Sofía, la princesa Letizia y las dos infantas, en función de sus actividades oficiales.

Iñaki Urdangarín, esposo de la infanta Cristina, y Jaime de Marichalar, cuando estaba casado con la infanta Elena, no han percibido nunca ingreso alguno procedente de la Casa del Rey, según recordó hoy esta institución.

La publicación de las cuentas desglosadas de la familia real española se produce por primera vez y tras el escándalo que afecta a Iñaki Urdangarin, esposo de la hija menor del rey, investigado por su presunta implicación en un caso de corrupción.

La Casa Real española había anunciado a mediados de mes que antes de acabara el año publicaría en su página web un desglose de sus cuentas en capítulos y subcapítulos, como el resto de las administraciones públicas.

La transparencia era reclamada desde hacía tiempo por algunas fuerzas políticas así como por amplios sectores de la sociedad, debido especialmente a la grave crisis económica y el alto nivel de desempleo, que afecta a casi cinco millones de personas.

Cuando la Casa del Rey anunció el pasado 12 de diciembre que publicaría sus cuentas, también se hizo pública la decisión de apartar los actos oficiales a Urdangarin, medida sin precedentes desde la entronización del rey en 1975.